jueves, 14 de febrero de 2013

Un Papa "misionero de la Fe"


Su pontificado nos ha ayudado a contemplar la universalidad de la Iglesia y nos ha urgido a cooperar activamente en la evangelización misionera de todo el mundo.

La noticia de la renuncia del Papa ha suscitado en el seno de las Obras misionales Pontificias una oración de acción de gracias a Dios por el don que ha hecho a la Iglesia en la persona de Benedicto XVI. Durante su pontificado nos ha ayudado a contemplar la universalidad de la Iglesia y nos ha urgido a cooperar activamente en la evangelización misionera de todo el mundo. La dimensión universal y católica está presente en todos y cada uno de sus manifestaciones de pastor universal.

La expansión de la Iglesia se ha incrementado notablemente en su Pontificado. De los 1069 Territorios de misión que había al inicio del mismo hemos pasado a los 1103. Fruto del crecimiento cuantitativo y cualitativo de las comunidades cristianas. Además ha impulsado de manera decidida los otros ámbitos de la misión como son los sociales y culturales. Cualquier tentación a replegarse sobre si mismos ha sido claramente rechazada por Benedicto XVI en sus viajes y documentos.

Cada año he tenido la oportunidad de participar en la Audiencia que concedida  a los Directores nacionales a la conclusión de la Asamblea del Consejo Superior de las OMP. Incluso he tenido la oportunidad de saludarle personalmente. Sus palabras siempre han marcado nuestro trabajo de animación y formación misionera durante el año. De todas sus palabras recuerdo con especial interés lo que nos dijo en el mes de mayo pasado: "La misión ad gentes es el paradigma de la actividad evangelizadora de la Iglesia". Es para quienes trabajamos en la misión un verdadero espaldarazo de lo que significa para la Iglesia realizar el primer anuncio del Evangelio.


D. Anastasio Gil García
Director Nacional de Obras Misionales Pontificias España