miércoles, 13 de febrero de 2013

Los misioneros ante la noticia de la renuncia del Santo Padre


Haciéndose eco de la noticia de la renuncia del Santo Padre, algunos misioneros han expresado sus sentimientos ante este anuncio sin precedentes. Recogemos las palabras de tres de ellos desde diversos lugares del mundo:
José Silvestre Eguizabal, navarro, de la Sociedad del Verbo Divino, desde Angola: “Llevábamos una semana sin Internet y ayer, a eso de las 11, por fin volvió la red, y la primera noticia que vi fue la de la Renuncia del Santo Padre. Mi primera reacción fue de incredulidad. Después me quedé sin palabras, con una mezcla de sentimientos. Por un lado emocionado por el gesto coherente de un hombre que se ha hecho querer por su autenticidad. Por otro, recelo por el futuro. Después me he dado cuenta que, al final, quien dirige la Iglesia es su Fundador con Su Espíritu. Por eso, tranquilo, pienso en intensificar la oración por el Papa, el antiguo y el nuevo. A nuestros cristianos les he dicho que el Papa nos ha dejado un mensaje: invita a cambiar de vida, para vivir más y mejor la novedad del Evangelio. ¡Jesucristo, Señor y Salvador sea alabado siempre!”.


María Titos Martínez, una religiosa granadina, Esclava de la Inmaculada Niña, en Nador, Marruecos: “Desde esta Iglesia de Marruecos donde estamos trabajando cuatro hermanas le damos gracias a Dios por los años que ha permitido vivir al Papa al frente de la Iglesia. Le pedimos a Nuestro Dios que le dé años de vida para seguir colaborando en ella con su oración y sacrificio. En esta Iglesia no tenemos nada más que musulmanes pero creo que todo el mundo lo felicita por su decisión. Unidos en oración, un abrazo desde Marruecos”.
El padre jesuita Juan Artillo, en Japón: “Desde una pequeña ciudad, Hikari, en el mar interior de Japón, nuestras oraciones y nuestro agradecimiento están con el Papa y reconocemos su serenidad y el valor que ha tenido para hacer la renuncia siguiendo la inspiración del Espíritu. La Iglesia está con él, aunque el periodismo lo enfoque a su gusto. El Señor está en la barca, aunque aparente estar dormido…”.OMPRESS-MADRID.