Zimbabwe es un país del sur de África, sin acceso al mar y encajado
entre Sudáfrica, Bostwana, Zambia y Mozambique. Tiene una renta per cápita de
640 dólares, es decir menos de dos dólares diarios por persona, lo que ha
llevado a que cerca de un millón de sus habitantes, para poder subsistir, hayan
abandonado el país con destino a Sudáfrica. Por eso, los 788.000 dólares que se
envían de la colecta del DOMUND, el Domingo Mundial de la Propagación de la Fe,
a la Iglesia en Zimbabwe son un signo claro de solidaridad de todos los
católicos del mundo con esta Iglesia en necesidad.
De
los 788.000 dólares, 411.000 van destinados al sostenimiento directo de la
Iglesia, de sus 8 diócesis, de sus sacerdotes, religiosas y religiosos, y de sus
misioneros, para que puedan llevar a cabo su labor pastoral y, en las
circunstancias del país, también humanitaria. Gran cantidad de ONGs desarrollan
proyectos en Zimbabwe teniendo como “contrapartes locales” a estas increíbles
personas volcadas en los demás, y que, por supuesto, no viven del aire. Los
otros 377.000 dólares se destinan a ayudas diversas que van desde la compra de
un coche a la construcción de una misión, así hasta treinta, localizados a lo
largo de toda la geografía del país.
Gracias
al Instituto Español de Misiones Extranjeras, el IEME, existe una relación muy
cercana entre la Iglesia española y la Iglesia de Zimbabwe. Dos de sus ocho
obispos son españoles: Mons. Ángel Floro, albaceteño, y Mons. Alberto Serrano,
zaragozano. Pero es que además son muchos los sacerdotes, las religiosas y
religiosos, los voluntarios españoles que han pasado por este país africano y se
lo han llevado en el corazón. Han abierto el surco para que sean los propios
cristianos y sacerdotes de Zimbabwe los que recojan la semilla. Aún así, todavía
hoy hay 31 misioneros españoles de diversas congregaciones e instituciones en
Zimbabwe.OMPRESS-ZIMBABWE.