El pasado 29 de julio fallecía en Japón el misionero valenciano Juan Vicente Catret, justo el día que celebramos la santidad de San Ignacio de Loyola, fundador de la orden Jesuita a la que pertenecía.
Llegó por primera vez en el 1962 con 25 años, siendo ordenado sacerdote en su catedral siete años después, en 1969. Este año cumplía 60 años de misión en el país asiático donde ha sido maestro de novicios, párroco y profesor de Universidad “Elisabeth” (la única universidad de música del mundo regida por los jesuitas), ha estado ayudando a presos en las cárceles y se ha ocupado también de los jesuitas ancianos en Japón, y donde, además, ha escrito en japonés más de 50 libros sobre biografías de santos así como un diccionario de latín-japonés y un libro de cuentos infantiles.
Las ciudades que acogieron su obra fueron principalmente Tokio, Kobe e Hiroshima. En esta última ciudad impulsó la iniciativa llamada “Invitado a las dos mesas” en la que todos los sábados en la parroquia Gion Church, donde los jóvenes participaban en una eucaristía y, posteriormente, cocinaban entre todos una paella que después compartían a la hora de la cena.
Según é mismo contaba, en Japón la comunidad cristiana no llega al medio millón de habitantes, y “sin embargo 12 millones de japoneses van a colegios o universidades vinculadas con órdenes o congregaciones católicas”.
Compartimos también una web donde podéis encontrar los escritos que el Padre Catret fue enviando durante los últimos años, gracias a labor de un grupo de personas cercanas al misionero: www.lumen-fidei.com
Pedimos por su descanso eterno, tras una vida entregada a Dios en los hermanos nipones.