El
día domingo tres de abril del presente año, las hijas de la Sagrada Familia dieron
una cordial bienvenida a todos los presentes
a la capilla de su Monasterio “Belén de la Inmaculada”. De manera especial agradecieron
la presencia de Don Arturo García (Delegado de misiones de la Arquidiócesis de
Valencia) y también de los Sacerdotes Misioneros que le acompañaron en esta
ocasión.
Dicho
domingo fue una ocasión para congregarse como Pueblo de Dios: Los sacerdotes
presentes, la comunidad religiosa Hijas de la Sagrada Familia tanto las de vida
contemplativa y las de vida activa -quienes también se hicieron presentes-,
unidos a todos los que en representación del pueblo de Agullent y pueblos
vecinos se unieron a “La oración misionera”. Esta oración se realiza una vez al
mes en los distintos monasterios presentes en nuestra diócesis con el fin de
elevar a Dios nuestra acción de Gracias por la labor apostólica que realizan
los misioneros de la Iglesia, quienes, dedicando su vida, siendo portadores del
Evangelio, se gastan y desgastan con ardor para llevar a las almas al
conocimiento y al amor de Dios.
En
la tarde del mismo día, se dijo también, que se debe tener presente a todas las
naciones que viven creyéndose abandonadas por Dios, porque nadie o muy pocos
son los que acuden a misionar en ellas, por los pueblos más necesitados, por
todas las gentes que padecen un sinfín de dolencias, y de manera especial se
pidió al Señor por las almas que mueren sin conocer el amor de Dios, sin ser
bautizadas, sin incluso escuchar su Nombre.
Que
el mandato misionero que nos dejó el Señor: <<Id por el mundo entero y
predicad el Evangelio>>, se haga vida en nuestros corazones y por
medio de nuestra oración el Señor le conceda la perseverancia y fortaleza a
todos los que se han entregado a esta vocación, y suscite en la Iglesia muchos
y Santos Misioneros (Sacerdotes, Religiosos, Matrimonios y Laicos) que movidos
por el deseo de la Gloria de Dios se entreguen con un corazón magno y generoso
a su santo servicio.