La parroquia San José Obrero, ubicada en el pueblo de Jenaro Herrera, en el Vicariato peruano de Requena, al que la Archidiócesis de Valencia presta colaboración misionera desde hace cuatro años, cuenta con un comedor infantil donde alimenta a 167 niños, muchos de ellos desnutridos, a los que, además, ofrece refuerzo escolar con la ayuda de voluntarios.
La parroquia retomó hace unos meses la actividad del comedor infantil “ya que era una necesidad debido a la desnutrición de muchos niños según el informe médico”, han explicado desde la propia parroquia de San José Obrero, donde cada día dan “un almuerzo con una dieta equilibrada a 167 niños”.
El comedor infantil de la parroquia dejó de funcionar cuando comenzó la pandemia “por el confinamiento y contagios de Covid 19” en esta zona de Perú, la provincia de Requena, donde el Vicariato dispone de cinco parroquias-misiones, una de ellas, la de San José Obrero en Jenaro Herrera.
La situación a causa de la pandemia “ha sido y sigue siendo dura para muchos padres y madres de familia por falta de trabajo, por ello, y tras el visto bueno del médico del pueblo, y teniendo en cuenta el estado de salud de la población”, la parroquia decidió retomar nuevamente el comedor, “con la autorización del Alcalde y el Gobernador”.
Para evitar aglomeraciones en el comedor, “la atención a los niños se realiza en grupos, divididos en cinco salones, guardando la distancia entre ellos”.
“Escuelita” para más de 200 niños
Además del servicio del comedor, la parroquia decidió reabrir “la escuelita, ya que no es una escuela propiamente sino un lugar donde se presta refuerzo escolar a niños y adolescentes puesto que vemos a muchos de ellos en la calle casi todo el día, sin hacer nada, y no van al colegio” ya que en este pueblo “desgraciadamente no contamos con energía eléctrica ni Internet” para realizar la formación on line que el Estado está desarrollando desde que empezó la pandemia, una “realidad de carencia común en prácticamente todo este territorio”.
Precisamente “son los niños que acuden al comedor los primeros que se benefician de la atención en la escuela, aunque también se han incorporado otros niños que no asisten al comedor pero que quieren venir”, han explicado desde la parroquia. En total, la escuela atiende y ayuda en su refuerzo escolar a más de 200 niños gracias a la labor de un profesor y tres voluntarios.
Igualmente, la parroquia cuenta con la colaboración de los recursos propios del Vicariato apostólico de Requena así como de ayudas que provienen de organizaciones cooperantes con las Obras Misionales Pontificias (OMP), movimiento de cooperación misionera en la Iglesia, a través de la Pontificia Obra de la Santa Infancia.
El deseo de la parroquia es “seguir apoyando a estos niños, en la escuela y el comedor, durante todo el año, si Dios quiere y la providencia nos acompaña” y por ello muestran su agradecimiento “a todos los que participan en estas actividades y a aquellos que con sus ayudas las hacen posible”.
Por otra parte, la parroquia de Jenaro Herrera, que fue fundada en 1981, celebró sus fiestas patronales desde finales de abril hasta el pasado 1 de mayo, día de San José Obrero, cuando culminaron los festejos.
Desde 2017, la Archidiócesis de Valencia presta colaboración misionera a los Vicariatos peruanos de San José del Amazonas y de Requena. Éste último, cuyo titular es el obispo valenciano monseñor Juan Oliver, cuenta con una población de 150.000 habitantes y 82.000 kilómetros cuadrados de extensión en una zona muy pobre de Perú.
Está dividido en 8 parroquias desde las que se extiende la acción apostólica a multitud de poblados y caseríos en un territorio cuyas únicas vías de comunicación son el Río Ucayali y sus afluentes y que sufre la falta de suministro de electricidad y de agua potable.