lunes, 8 de febrero de 2021

“Solo el amor y la generosidad construyen la Iglesia, no los ceros de un cheque” dice un misionero

La misión de la Iglesia es continua, la realización de una obra es el comienzo de la siguiente. Así escribe a la Agencia Fides el padre Christopher Hartley Sartorius, misionero en Sudán del Sur. El sacerdote, natural de la diócesis de Toledo, y que actualmente trabaja en la diócesis de Tombura Yambio, dice que, tras la construcción de las dos escuelas, la primaria Santa Teresa y la secundaria San Pedro y San Pablo, en la parroquia de Naandi, en la frontera de Sudán del Sur con la República Democrática del Congo y Uganda, se ha puesto en marcha de inmediato un proyecto en la comunidad de Djabo para la construcción de una escuela de ocho clases, la iglesia parroquial y una pequeña casa curial que podría albergar a un sacerdote.

“Actualmente en Djabio hay una escuela parroquial a la que asisten unos 350 niños y niñas distribuidos entre los ocho cursos - escribe el p. Christopher. Cada clase se reúne en una choza de paja con troncos en el suelo que actúan como sillas y escritorios para los niños. También hay una pequeña iglesia que nos gustaría convertir en una verdadera iglesia parroquial, donde toda la comunidad puede unirse para celebrar la fe y crecer en santidad”.

El misionero señala que muchas veces creemos saber lo que necesitan los pobres. “Creemos que tenemos que decidir qué necesitan, pero no lo hacemos. Son los protagonistas de su propia historia de salvación, Dios vive en ellos, entre ellos, son personas de fe, que confían en Dios. En cada una de las comunidades que visitamos todos nos piden lo mismo: una iglesia, además de una escuela para ayudar a los maravillosos niños que pueblan estas selvas”.

“El proyecto de estas dos primeras escuelas en Naandi, - explica - se ha realizado gracias a donaciones, grandes y pequeñas, pero todas llenas de amor. La iglesia no se construye con cemento ni ladrillos, se construye con el anuncio del Evangelio, con la celebración de los sacramentos, con obras de caridad y amor. Somos nosotros los que, unidos entre nosotros, no desde lo concreto sino desde el amor, construimos la Iglesia de Jesucristo, de la que este edificio es metáfora y lugar de encuentro y alabanza”.

Agencia Fides