Esta Cuaresma OCÚPATE TÚ DE TODO
En nuestro día a día corremos para llegar a todos los sitios.
Corremos para ir a la universidad, corremos para ir al trabajo, corremos para
ir a comer, corremos para ir… corremos, corremos y seguimos corriendo. Y muchas
veces se nos olvida parar.
Parar es importante. Cuando paramos tomamos fuerzas, podemos
ver las cosas con una mayor perspectiva. Cuando paramos podemos observar lo que
hay a nuestro alrededor, las pequeñas cosas de cada día, aquellas cosas que nos
hacen reír y también compadecernos; aquellas cosas que nos hacen descansar y
contemplar que Dios se encuentra en lo más cotidiano.
Con las prisas viene el ocuparnos de las cosas de forma
superficial, cuando tomamos las cosas con tiempo podemos profundizar,
adentrarnos en el sentido de aquello que hacemos.
El tiempo de cuaresma trata de esto, de olvidarnos un poco de
nosotros: de nuestras prisas, de nuestras cosas y dejar que Dios se ocupe de
todo. Levantar la mirada y contemplar que
Cuando tú caes, Él está para levantarte;
Cuando tú corres, Él te brinda un vaso de agua fresca;
Cuando no entendemos nada, Él viene a ser un remanso de paz;
Cuando nuestra vida no tiene sentido, Él viene a decirnos desde la Cruz que el mayor sentido es el AMOR en mayúsculas.
¿Qué le vas a ofrecer esta Cuaresma al Señor?
¿Estás preparado para que te levante?
La misión te espera, pero en toda misión es necesario
llenarnos de Dios para poder llenar al mundo de ese Dios que se ocupa de todo
lo de todos.