La Archidiócesis de Valencia ofrece todos los años, en la Basílica y ante la imagen de la Virgen de los Desamparados, la becas donadas para la formación y sustento de jóvenes que quieren responder al llamado de ser sacerdotes o consagrados/as en territorios de misión.
Hoy era el día programado para ello. Pero como resulta evidente, no lo hemos podido realizar. Sin embargo, las 42 becas de este curso, podemos seguir ofreciéndolas a nuestra Madre en nuestros corazones, en la oración, esperando poder realizar la ofrenda pronto y pidiéndole su protección en este momento tan complicado que vivimos, tanto para nosotros, como para nuestros hermanos en territorios de misión.
Que nuestra santa madre, la Virgen de los Desamparados, fortalezca nuestro espíritu misionero, aumente el número de becas para el próximo curso y, así, siga amparando a los jóvenes que en misión quieren responder al llamado de Dios a servir a su Iglesia y al mundo entero.
Que nuestra santa madre, la Virgen de los Desamparados, fortalezca nuestro espíritu misionero, aumente el número de becas para el próximo curso y, así, siga amparando a los jóvenes que en misión quieren responder al llamado de Dios a servir a su Iglesia y al mundo entero.
