viernes, 17 de abril de 2020

Vivo el misionero italiano secuestrado en Níger

Un vídeo llegado a la redacción del periódico italiano Avvenire demuestra que el padre Pier Luigi Maccalli todavía está vivo tras más de un año y medio de secuestro. “Mi nombre es Pier Luigi Maccalli. De nacionalidad italiana. Hoy es 24 de marzo de 2020”, tras escucharse la voz del misionero, se escucha la voz de su compañero de prisión, Nicola Chiacchio, un turista italiano, secuestrado también hace años mientras viajaba por Mali. Se trata de 14 segundos de audio, obtenidos a partir de una película de 24 segundos que habría sido filmada en el norte de Mali y que presenta a los dos rehenes uno al lado del otro.
El padre Maccalli está a la izquierda, con gafas oscuras, barba blanca y tupida, vestido de forma tradicional. Nicola, de unos cuarenta años, se sienta a la derecha, también con una larga barba. Ambos han perdido peso. Aunque capturados en diferentes países del Sahel, Maccalli en Níger y Chiacchio en Mali, los dos hombres ahora están juntos. Un hecho curioso y bastante raro. El norte de Mali es una vasta área de casi el doble de extensión que España ocupada por numerosos grupos yihadistas, separatistas o vinculados al crimen organizado.
Originario de Madignano, en la diócesis italiana de Crema, el padre Luigi trabajaba como misionero en la diócesis de Bomoanga, a 150 kilómetros al suroeste de la capital de Níger, Niamey. Era conocido por la pasión con la que daba testimonio de su fe y su caridad a todos, musulmanes y cristianos. La noche del 17 de septiembre de 2018 un grupo de hombres armados irrumpió en la misión y lo secuestró. Nichola Chiacchio, originario de la localidad italiana de Grumo Nevano era un gran viajero que solía recorrer África. Hace más de 15 meses, el viaje que estaba realizando este ingeniero aeroespacial se interrumpió. El secuestro de Chiacchio no había aparecido en la prensa de manera generalizada como el de otros secuestrados en África. Casos como el de la joven voluntaria milanesa, Silvia Romano, secuestrada en Kenia en noviembre de 2018, o el de Luca Tacchetto, secuestrado junto con su pareja canadiense, Edith Blais, el 16 de diciembre del mismo año, liberados este marzo.
El padre Antonio Porcellato, superior general de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA), a la que pertenece el padre Maccalli manifestaba que “es una buena noticia que alegra a la familia, a sus cohermanos, a la Iglesia en Níger, a todos. Lo secuestraron hace dieciocho meses y el vídeo nos da una prueba de que está vivo. Y nos da esperanza: hace un mes liberaron a Luca Tacchetto, esperamos que ahora sea el turno del padre Pier Luigi. Esta buena noticia también nos llega en Semana Santa y en un momento en que todos estamos un poco deprimidos por el coronavirus”. Recordaba en sus palabras a la misionera Gloria Cecilia Narváez Argoti, la religiosa colombiana secuestrada en Mali, asegurando la oración de muchas personas en todo el mundo por ellos.
La situación en esta parte de África es realmente difícil. El último ataque que ha tenido lugar ha sido el 5 de febrero cerca de Bomoanga, el lugar donde el padre Maccalli fue secuestrado. Un misionero que trabaja en la zona refiere que “los cristianos se ven obligados a rezar en los hogares, en familia y en secreto con los vecinos de confianza, en un país que reconoce formalmente la libertad de religión, culto e idioma”.