Mª Carmen Izquierdo, Misionera de los Servidores del Evangelio de la Misericordia de Dios, nos cuenta como están trabajando desde su comunidad en san Juan de Lurigancho, Perú, ante la pandemia del coronavirus.
Muchas gracias por recordarnos a todos los que desde cada rincón del mundo compartimos con los hermanos esta situación difícil. En Perú estamos en aislamiento desde el día 16 de marzo y el día 17 se decretó toque de queda desde las ocho de la noche hasta las cinco de la mañana. Desde mañana día 31 se va a extender el toque de queda desde las seis de la tarde. El gobierno se ha anticipado en tomar medidas drásticas para evitar que se propague el virus porque es muy consciente de que el sistema sanitario es muy precario para una pandemia de este calibre. Lo complicado es que la gente vive sin seguro, vendiendo en la calle y al prohibirles trabajar, realmente no tienen qué comer. Hemos estado entre otra chica y yo repartiendo alimentos a familias con condiciones muy malas. Creo que cada vez tendremos que hacerlo más y de hecho se han sumado más personas para hacer paquetes con alimentos básicos y ayudar a distribuírlos.
En nuestra parroquia de San Cristóbal en San Juan de Lurigancho hemos optado por mantenernos rezando por las redes sociales. Los miércoles, viernes y domingos el párroco viene a nuestra casa a celebrar la eucaristía y se cuelga en Facebook. Los miércoles también se cuelga la adoración al Santísimo. La necesidad de sentirnos orando juntos aunque estemos cada uno en su casa nos hace creer en la fuerza de bien que la oración en común tiene. El párroco se viene andando desde donde vive (varios kilómetros) a nuestra casa. a celebrar y no en la suya porque el chico que graba es vecino nuestro. No sé hasta cuándo va a poder ser así.
Que Dios siga moldeando nuestro corazón para ser testigos suyos en estos momentos.
MªCarmen Izquierdo. SEMD