Muchas gracias, por el mensaje que nos envías a los misioneros valencianos.
Todos estamos
en trance de "coronavirus". Aquí en Chile nos azota con más fuerza sobre todo en Santiago y en esta ciudad de Chillán. La mayoría de los ciudadanos estamos guardaditos en casa, especialmente los que ya somos de avanzada edad o padecemos alguna enfermedad crónica, como es mi caso: 85 años y cardiópata.
en trance de "coronavirus". Aquí en Chile nos azota con más fuerza sobre todo en Santiago y en esta ciudad de Chillán. La mayoría de los ciudadanos estamos guardaditos en casa, especialmente los que ya somos de avanzada edad o padecemos alguna enfermedad crónica, como es mi caso: 85 años y cardiópata.
Hemos suspendido las actividades litúrgicas de Misas, funerales, sacramentos, e incluso las de la Semana Santa que ya tenemos al alcance de la mano. Me parece que es lo mismo que habéis decidido en Valencia.
Mirando esta realidad desde una cosmovisión cristiana no cabe duda de que estamos viviendo un saludable Kairós del que vendrá algo bueno. Renovaciones de cualquier tipo o nuevas formas litúrgicas de celebración que nunca nos atrevimos a emprender, ahora el microscópico virus nos obliga a hacerlo, y seguramente no habrá marcha atrás. Creo que se ha producido un hito que marcará un antes y un después. Supongo que debemos vivir este momento angustioso con la actitud evangélica propuesta por Jesús: "No tengáis miedo".
Hasta en la naturaleza parece que se presentan ciertos signos para hacer pensar. Fíjate en esa foto que te envío. Es un puma joven, felino salvaje de la cordillera de los Andes, que hace unos días apareció paseándose por las calles de Santiago. Ante el silencio de la ciudad parece que el animalito se sintió a sus anchas y amplió la extensión de su hábitat bajando de la cordillera hasta la ciudad. Lo han sedado para devolverlo a su lugar de origen en el momento oportuno.
Hermano querido, de nuevo muchas gracias por tu mensaje, y sigamos firmes en la oración para que nuestra fe no decaiga. Un abrazo lleno de cariño para ti, para el Arzobispo, y para todo es querido Pueblo de Dios que está en Valencia.
