miércoles, 28 de abril de 2021

“Los diáconos permanentes son misioneros de la paz y la concordia y testimonio vivo de que Dios es amor”


El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha destacado la importancia de los diáconos permanentes en la Iglesia, a los que ha definido como “misioneros de la paz y la concordia que significa y es la plenitud del Evangelio, testimonio vivo de que Dios es amor y ama a los pobres y a los últimos”.


En la misa celebrada el pasado sábado en la Catedral, en la que tuvo lugar el rito de admisión de 19 candidatos a recibir el orden del diaconado permanente, el Arzobispo explicó, dirigiéndose a ellos, que “vuestra vocación es respuesta a la oración de la Iglesia porque, ante las necesidades que atravesamos, la pandemia, la pobreza y el alejamiento de Dios, estáis dispuestos a responder a la llamada del Señor”. 

En la celebración, el Cardenal, que estuvo acompañado por el arzobispo emérito de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, animó a los aspirantes a “no tener miedo porque Dios os envía, está con vosotros, quiere vuestra felicidad, la que sentís al responder a su llamada” y ha subrayado el “tiempo suficientemente prolongado de preparación” que han completado “para ir donde el Señor, a través de su Iglesia, os destine”. 


“Él os ha llamado y os envía para que preparéis el camino, la presencia de la caridad de Cristo a través de vosotros como siervos y servidores del Evangelio para anunciar la buena noticia a los pobres, a los que andan rotos, los vulnerables y necesitados”, señaló el Cardenal, quien reiteró la urgencia de “evangelizar, hacer el bien como Jesús, orar y anunciar el Evangelio, atender a los enfermos, proclamar la Palabra y comunicar la paz”.


Profesores, un abogado, un médico y un economista, entre los aspirantes


Los candidatos a recibir el orden del diaconado permanente son Llorens Arnandis Llácer, de L´Alcúdia; Juan Lorenzo Baviera Bartual, de Torrent; Gregorio Cañada Soler, de Ontinyent; José Juan Fabado Colomer, de Benaguasil; Joan Albert Magraner Gamón, de Catarroja; Julio Palomera Durá, de Alcoi; Francisco José Sáez Cano, de Xàtiva; Víctor José Viciano Climent, del Grao de Gandia; Julián Felipe Zanón Tripana, de Puçol; y procedentes de Valencia: Ramón Borja Piñeiro, Gonzalo Cabrera Barrero, Miquel Esquerdo Castelló, Javier Enrique Morales Sarabia, Antonio Moya Ansón, Miguel Ángel Pérez García, Pedro Antonio Pérez García Moroto, Santiago Peyró Gregori, Nicolás Sánchez García, Andrés Jaime Valencia Pérez.


 De sus distintos perfiles destaca que sus edades oscilan entre los 35 y los 77 años; 15 de ellos están casados y cuatro solteros; dos son jubilados; entre ellos hay profesores, un abogado, un economista, un médico anestesista y un funcionarios; y todos están integrados en la pastoral parroquial y en actividades diocesanas, destaca José Rodilla, responsable de formación y secretario de la comisión diocesana del diaconado permanente del Arzobispado.