martes, 19 de noviembre de 2019

Teresa Benet, ganadora del Concurso Misionero "Comunica el Evangelio"

La semana pasada visitó la delegación de misiones, Teresa Benet, joven valenciana de 20 años, natural de Moncada. Estudia 2º de Teología, es modelo de la Agencia Carmen Durán y catequista de Confirmación. Lo especial de su visita es que se trata de la ganadora de su categoría del Concurso que lanzamos para el Mes Misionero Extraordinario de "Comunica el Evangelio".

Por ello, se dirigió a recoger su premio (invitación al Encuentro Nacional de Jóvenes Misioneros de Madrid-que tendrá lugar el 24-26 de abril- y una suscripción anual gratuita a la revista Súper Gesto) y aprovechó para informarse acerca del voluntariado misionero de jóvenes en verano y afirma que siempre ha sentido algo que le llamaba, pero nunca ha encontrado el momento. Tal vez sea ahora...

También le preguntamos sobre su frase ganadora: "Despertar con la misión del amor en los labios, disponer las manos al servicio del prójimo, y dirigir la mirada al Corazón de Cristo para ser testigos de su Padre en el Espíritu."

Nos decía que, como bien trataba el lema del MME, como bautizados somos enviados a evangelizar, a transmitir el amor de Dios en las cosas concretas. Desde la disposición y la acogida de la Palabra, debemos pasar a la acción. La acción guiada por Cristo y desde la misión trinitaria de la Iglesia. Por eso esta referencia a la Santísima Trinidad. 


Confiesa que no vive así, es a lo que se siente llamada, pero las debilidades humanas nos apartan. Sin embargo, afirma que en esta debilidad encuentra a Cristo que le da fuerzas y luz para llevar a cabo su misión. 
A propósito de la Jornada de Laicos que nuestra diócesis celebró recientemente, a la cual asistió, y el Sínodo de laicos en el que nos encontramos, afirma que es un gran momento para ello. Los laicos también tenemos una misión, como bautizados -como bien decía al principio-.  Recuerda la importancia que San José María Escrivá le dio al laicado dentro de la Iglesia, en el día a día, en las cosas cotidianas. El arzobispo Cañizares también nos lo recuerda de manera recurrente, debemos ser misión, pues tenemos mucha responsabilidad, tenemos que ser ejemplo y testimonio de ese amor de Dios.