El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en su visita a los misioneros valencianos en Chile, acudió ayer tarde a la localidad de Copiapó, donde se detuvo en la Casa de Acogida Dama Blanca de la Paz.
De igual manera, en el obispado de Copiapó se reunió con el administrador diocesano, el sacerdote Jaime Pizarro, que estudió derecho canónico en Valencia y sirvió en la localidad valenciana de Algemesí en la parroquia de San José Obrero.
Por otro lado, también visitaron a personas en situación de discapacidad o en riesgo de exclusión social acogidas en la corporación “Mi pequeño Hermano” que fue impulsada por el misionero valenciano Juan Sanchis.
Esta misión funciona dentro de la parroquia Inmaculado Corazón de María de la ciudad chilena de Vallenar, en la región de Atacama, desde junio de 1992, “con el propósito de atender a aquellas personas con algún grado de discapacidad o con riesgo de vulnerabilidad, jóvenes y adultos a los que ofrecen alimentación y cuidados”.
“Mi pequeño Hermano” puede mantenerse con aportaciones de socios, colaboradores y actividades tanto de Chile como del extranjero y con voluntariado, impulsadas por Sanchis, natural de la localidad valenciana de Piles.
Por otro lado, también llegó a la localidad costera de Puerto Huasco, donde ha conocido distintas capillas en las instalaciones portuarias y ha orado en ellas.
El Cardenal, que ha departido con los trabajadores del puerto, ha celebrado una misa en la parroquia San Pedro Apóstol, cuyo titular es el sacerdote valenciano Enrique Sarneguet, de 51 años, natural de la localidad de Alginet.
En la misa participaron varios guardiamarinas de la Armada chilena destinados en Puerto Huasco, que saludaron al cardenal Cañizares al término de la eucaristía.
