El
domingo 7 de abril, como se había programado con anterioridad, se realizó en el
monasterio de la Inmaculada de Monjas Dominicas, en Torrent, una tarde de
oración para rogar al Señor por tantos misioneros y misioneras que en todos los
rincones del mundo testimonian con su
vida el Amor y la Misericordia de Dios hacia los pobres y necesitados, hacia
esos hombres y mujeres que han encontrado en la entrega de los y las misioneras
el rostro de la bondad del Padre que nunca abandona sino que acoge y devuelve
dignidad.
Don
Arturo después de exponer al Santísimo invitó a un tiempo de silencio y oración
que creó un clima de intimidad
contemplativa para invitarnos después a orar por las misiones y por los/as
misioneras, esta vez compartió la excelente labor que realiza Vicente Amargós en Ciudad Bolívar, en Venezuela, con la particularidad de que este sacerdote
valenciano se embarcó en la misión cuando ya tenía 82 años de edad. A sus 90
años está como director espiritual del seminario, dando ejemplo de entrega y pasión
por el Reino. Desde aquí, junto a la Fundación Ad Gentes del arzobispado, tienen un proyecto del envío leche “entera” para los niños, para el que solicitó ayuda. Luego, nos comentaba con dolor, cómo el seminario de Nigeria había sido
incendiado, en él se forman 147 seminaristas, allí está también un sacerdote
valenciano que cuenta lo que supone para ellos quedarse sin el seminario, tanto
que cuesta mantenerlo y obtener becas para los futuros sacerdotes. Y por último
nos hizo participes de la llamada a
la solidaridad del sacerdote Juan Jesús
Plá, formador en el seminario Redemptoris Mater en Sudáfrica y expuso lo costoso que les resulta construir el seminario.
Una experiencia muy llena de esa misteriosa fuerza que la oración imprime en el
alma y que siempre deja “sabor de
Verdad, sabor de Dios”.
Monasterio
de la Inmaculada