El pasado domingo 27 de enero, la Delegación de Misiones de Valencia organizó el V encuentro formativo para los jóvenes que quieren participar de un voluntariado misionero el próximo verano. En esta ocasión acudieron más de 30 jóvenes que quieren dar respuesta a su inquietud misionera. La reunión coincidió con la Jornada de la Infancia Misionera, cuya misión va íntimamente ligada pues los jóvenes voluntarios también participan de la Infancia Misionera con su Verano Misión ya que ayudan a muchos niños llevando amor, cariño y esperanza [Extraído de: https://www.omp.es/los-jovenes-voluntarios-de-veranomision-tambien-ayudan-a-los-ninos-mas-necesitados/]
Así pues, en esta ocasión contamos con el grupo "Deja Huella" de los centros de Pureza de María. El grupo que nos contó su testimonio estaba formado por ocho jóvenes, una de ellas la Hmana. Clara, encargada del grupo. Para realizar su labor nos indicaron que, al igual que desde la Delegación se hace con los jóvenes #VeranoMisión, ellos realizan unas formaciones teóricas seguidas de unas formaciones prácticas previas a la misión. Estos grupos surgen en Colombia a raíz de la necesidad de dar salid a ala necesidad de "darse que los jóvenes tenían" (y tienen). En España, realizan misiones en los pueblos del interior de la Diócesis. Pero ¿cuál es su labor?
El pasado verano lo realizaron en Yátova y Jalance. Aseguraban que "todo lo que hacemos es con amor, cariño y entrega" y su objetivo no es dejar su huella sino "dejar la huella de Dios" a través de su labor. Así, algo que causó gran impresión entre los jóvenes asistentes es que durante su estancia allí dependen de la Providencia. Van sin provisiones y con un equipaje limitado. Se entregan y confían. Y siempre han tenido grandes experiencias. Afirman que "hemos recibido veinte veces más de lo que hemos entregado", en todos los sentidos. Van, pues, sin una idea definida, sino que preguntan al párroco la realidad y necesidades del lugar y en base a eso, realizan su misión. De esta forma, colaboraron en la liturgia parroquial, realizaron juegos con los niños con una contenido católico, coordinaron oraciones nocturnas como "Night Fever", etc.
De estas actividades nos contaron grandes experiencias como el caso de una familia de Madrid que se encontraba en el pueblo de vacaciones. Al día siguiente volvían a la capital, pero al invitarles aquella noche a entrar en la Iglesia sintieron que algo les animaba a hacerlo pese a que llevaban mucho tiempo alejados de la Iglesia y durante la oración pidieron que bautizaran a sus hijos. Otras tantas familias volvieron a acercarse a la parroquia del pueblo, muchas de ellas movidas por el efecto que en sus hijos había hecho este grupo.
Ello son testimonio de una Iglesia joven y abierta, entregada y cercana. Así, invitan a participar y unirse al grupo a todo el mundo, para cada vez poder llegar a más rincones y llevar el Evangelio a más personas necesitadas.
De estas actividades nos contaron grandes experiencias como el caso de una familia de Madrid que se encontraba en el pueblo de vacaciones. Al día siguiente volvían a la capital, pero al invitarles aquella noche a entrar en la Iglesia sintieron que algo les animaba a hacerlo pese a que llevaban mucho tiempo alejados de la Iglesia y durante la oración pidieron que bautizaran a sus hijos. Otras tantas familias volvieron a acercarse a la parroquia del pueblo, muchas de ellas movidas por el efecto que en sus hijos había hecho este grupo.
Ello son testimonio de una Iglesia joven y abierta, entregada y cercana. Así, invitan a participar y unirse al grupo a todo el mundo, para cada vez poder llegar a más rincones y llevar el Evangelio a más personas necesitadas.
Además, proyectaron un vídeo precioso con algunos testimonios y explicaciones: https://www.youtube.com/watch?v=9G8LW9USH00
Tras esto, don Arturo García, Delegado de Misiones de Valencia, comentó las misiones a las que estos últimos veranos han acudido jóvenes voluntarios, así como, las previsiones para el presente verano. Así se comentaron las misiones realizadas el pasado verano en Togo, Perú, Honduras y Ecuador, así como las realizadas veranos anteriores también en Mozambique y República Dominicana. Estando todos ellos abiertos a la posibilidad de acudir este verano próximo. Todo dependerá de la confección de los grupos de jóvenes que en este momento se está realizando. El número de voluntarios no deja de crecer lo cual es síntoma de que, como afirmaba don Arturo, "hemos sido creados para entregados y desde el bautismo somos llamados a la misión. Este es así, un proceso que te realiza".
Por último, antes del ágape final, se comentaron los detalles del Campamento Infancia Misionera, al cual se invitó a participar como monitores del mismo a los voluntarios y a animar a participar cualquier niño de entre 8 y 14 años que conocieran (para más información acudir a nuestras redes sociales).