Que los Seminarios, especialmente los que se encuentran en Iglesias de
misión, formen pastores según el Corazón de Cristo, dedicados por entero al
anuncio del Evangelio, es la intención misionera del Papa para este mes de mayo.
El Papa Francisco en la homilía pronunciada el Jueves Santo en Roma, recordaba a
los sacerdotes la importancia de ser verdaderos pastores:
“El
sacerdote que sale poco de sí, que unge poco – no digo ‘nada’ porque, gracias a
Dios, la gente nos roba la unción – se pierde lo mejor de nuestro pueblo, eso
que es capaz de activar lo más hondo de su corazón presbiteral. El que no sale
de sí, en vez de mediador, se va convirtiendo poco a poco en intermediario, en
gestor. Todos conocemos la diferencia: el intermediario y el gestor ‘ya tienen
su paga’, y puesto que no ponen en juego la propia piel ni el corazón, tampoco
reciben un agradecimiento afectuoso que nace del corazón. De aquí proviene
precisamente la insatisfacción de algunos, que terminan tristes, sacerdotes
tristes, y convertidos en una especie de coleccionistas de antigüedades o bien
de novedades, en vez de ser pastores con ‘olor a oveja’ –esto os pido: sed
pastores con ‘olor a oveja’, que eso se note–; en vez de ser pastores en medio
al propio rebaño, y pescadores de hombres. Es verdad que la así llamada crisis
de identidad sacerdotal nos amenaza a todos y se suma a una crisis de
civilización; pero si sabemos barrenar su ola, podremos meternos mar adentro en
nombre del Señor y echar las redes. Es bueno que la realidad misma nos lleve a
ir allí donde lo que somos por gracia se muestra claramente como pura gracia, en
ese mar del mundo actual donde sólo vale la unción – y no la función – y
resultan fecundas las redes echadas únicamente en el nombre de Aquél de quien
nos hemos fiado: Jesús”.
OMPRESS-ROMA