martes, 9 de abril de 2013

Vocaciones Nativas: un grito de esperanza


Las Delegaciones de Misiones de Cataluña, con motivo de la celebración de la Jornada de Vocaciones Nativas, que tendrá lugar el próximo 28 de abril, han hecho público el siguiente comunicado bajo el título de “Vocaciones Nativas: Signo de esperanza”:
“Todavía nos falta mucho por impregnarnos del universalismo que debe tener nuestra Iglesia. Es por eso por lo que debemos valorar mucho las jornadas que año tras año nos presentan las Obras Misionales Pontificias -concretamente la Obra de San Pedro Apóstol- con su campaña de vocaciones nativas, siempre en nuestra primavera. Durante mucho tiempo nos recordaron que las vocaciones nativas eran la Operación Primavera de la Iglesia, representan un gran signo de esperanza: en muchos países de nueva cristiandad las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada continuaban -y todavía continúan- brotando con fuerza.


Con el recordatorio anual se nos plantea un gran reto: no podemos dejar perder ni una vocación por falta de medios espirituales y materiales para conseguir el objetivo que ya planteaba el decreto ‘Ad Gentes’ del Vaticano II: la Iglesia tiene las raíces más profundas en cada grupo humano cuando las comunidades tienen obispos, presbíteros, surgidos entre sus propios miembros.
Esto se ha ido consiguiendo en gran parte gracias a la Obra de San Pedro Apóstol. Ya nos lo dijo el Papa Juan Pablo II: ‘¡Cuántos sacerdotes, religiosos y religiosas han tenido la alegría de seguir su vocación gracias a esta Obra!’.
Ahora, con la llegada de un Papa ‘del otro extremo de la tierra’, no podemos sino valorar muy positivamente todo el trabajo que se ha realizado por conseguir que todas las comunidades tengan sus servidores surgidos de las propias comunidades. Nos lo muestra el cartel de este año: una religiosa proveniente de países de reciente evangelización recoge el brote de una planta que debemos seguir haciendo que crezca entre todos. No podemos sino afirmar que la contemplación de las vocaciones en los territorios de misión es un argumento capital para fortalecer la esperanza de que Dios siga gritando en cualquier parte de la Tierra.
Y, para terminar, un grito: acojamos el reto de trabajar para que todos nosotros escuchemos y fomentemos el signo de esperanza que nos traen las Vocaciones Nativas”.OMPRESS-BARCELONA.