La misionera valenciana Felisa Alcocer, que actualmente lleva diez años en
Bamako, la capital de Mali, ha indicado esta tarde a la agencia AVAN que
“estamos viviendo estos momentos con incertidumbre y nerviosismo porque aunque
hay mucha vigilancia los rebeldes pueden llegar en cualquier momento, se
encuentran a poco más de un centenar de kilómetros, y no se sabe en que va a
terminar esto".
Alcocer ha explicado que, según los testimonios de los refugiados que llegan a
la capital “a los primeros que cogen los rebeldes son a los cristianos” y ha
asegurado que la iglesia de la localidad de Djabali, a 400 kilómetros de la
capital Bamako, fue tomada ayer y ocupada por los insurgentes que “han colocado
la bandera arriba".
La religiosa, que pertenece a la congregación de María Inmaculada, ha asegurado,
que “la embajada nos ha llamado ahora para que pidamos a todas las religiosas en
el país que vengan a refugiarse a Bamako".
“Algunas personas que conocemos en las zonas de conflicto nos han explicado que
cuando los rebeldes llegaron a la ciudad de Djabali, lo primero que hicieron fue
atacar la iglesia e instalarse allí mientras que el catequista tuvo que huir con
el Santísimo”, ha añadido.
La religiosa ha afirmado que “los refugiados que huyen de las zonas de conflicto
son muchísimos y cada vez habrá más porque los rebeldes salen de todos los
lados”. Asimismo, ha expresado que “estamos rezando para ver si esta gente se
convierte al bien pero no es fácil”.
Felisa Alcocer de 67 años ha manifestado que “de momento en Bamako no hay
rebeldes aunque ya han detenido a algunos que se dedicaban a informar a la
población por si alguien quiere unirse a ellos y algunas familias por miedo se
han vendido al sentirse amenazados”.(AVAN).