Agradecimiento a Dios y alegría. Así define Manuel Aguiló Furió las emociones de
sus padres cuando les comunicó su decisión de seguir la llamada de la vocación e
ingresar en el seminario.
“Desde pequeño yo había escuchado a mis padres rezar al Señor para que haga
surgir nuestra familia vocaciones para su Iglesia; y mi llamada fue una
respuesta a estas plegarias”, asegura este joven valenciano de 30 años que el domingo 18 fue ordenado sacerdote por monseñor Carlos Osoro, arzobispo de
Valencia, en la Catedral.
Manuel, el segundo de seis hermanos, asegura que
la transmisión de la fe en familia ha sido uno de los principales pilares en su
vida. Sus padres “redescubrieron el Bautismo” por medio del Camino
Neocatecumenal y así quisieron transmitirlo a su familia llevándonos a la
Iglesia a recibir los sacramentos y también mediante la oración litúrgica
familiar realizada en casa, “pues como siempre nos decían ellos la fe es la
mejor herencia que nos podían dejar”.