jueves, 20 de diciembre de 2012

Un joven valenciano de misión en Vietnam recibe la ordenación sacerdotal este domingo pasado en la Seo



Agradecimiento a Dios y alegría. Así define Manuel Aguiló Furió las emociones de sus padres cuando les comunicó su decisión de seguir la llamada de la vocación e ingresar en el seminario.

“Desde pequeño yo había escuchado a mis padres rezar al Señor para que haga surgir nuestra familia vocaciones pa­ra su Iglesia; y mi llamada fue una respuesta a estas plegarias”, asegura este joven valenciano de 30 años que el do­mingo 18 fue ordenado sacerdote por monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Valencia,  en la Catedral.
Manuel, el segundo de seis hermanos, asegura que la transmisión de la fe en familia ha sido uno de los principales pilares en su vida. Sus padres “redes­cubrieron el Bautismo” por medio del Camino Neocatecumenal y así quisieron transmitirlo a su familia llevándonos a la Iglesia a recibir los  sacramentos y también mediante la oración litúrgica familiar realizada en casa, “pues como siempre nos decían ellos la fe es la mejor herencia que nos podían dejar”.