jueves, 27 de diciembre de 2012

Fallece el sacerdote Jesús Oyarzábal, misionero en Chile durante 15 años y capellán de la clínica Virgen del Consuelo


El Arzobispo preside hoy  jueves, a las 11, la misa exequial en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Patraix, a la que estaba adscrito.

El sacerdote de la archidiócesis de Valencia Jesús Oyarzábal Aguirre, que fue misionero durante 15 años en Chile y capellán del hospital Virgen del Consuelo de Valencia, falleció ayer a los 76 años de edad tras una larga enfermedad.

La misa exequial por su eterno descanso será presidida esta mañana, jueves, por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, a las 11 horas, en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Patraix, a la que estaba adscrito el presbítero fallecido, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes del Arzobispado, que han precisado que recibirá sepultura en el Cementerio General.


Jesús Oyarzábal Aguirre era natural de la localidad guipuzcoana de Pasajes Ancho, aunque recibió la ordenación sacerdotal en Valencia en 1960. Ejerció de misionero en la diócesis chilena de Copiapó, donde desarrolló distintas responsabilidades y tareas pastorales como la de director diocesano de Cáritas y rector del Santuario la Candelaria, además de párroco.


En Valencia, desempeñó otros oficios en la Curia como el de director del secretariado de Cooperación Apostólica exterior y miembro del Consejo Presbiteral. Asimismo, fue párroco de la parroquia Cristo de la Providencia de Valencia así como del Santísimo Cristo de la Luz y vicario parroquial de la Natividad de Nuestra Señora de Sagunto, además de titular del arciprestazgo “Jesús- Camino Real de Madrid”.

Igualmente, de 1999 a 2011 fue capellán de la capilla clínica de la Virgen del Consuelo, según las mismas fuentes. (AVAN).



MEMORIA DEL SACERDOTE JESUS OYARZABAL AGUIRRE


     El 25 de diciembre, fiesta del Nacimiento de Jesús, era un buen día para que nuestro amigo y hermano, Jesús Oyarzabal, partiera de este mundo a participar de la vida plena del Señor Resucitado. Deja buen recuerdo, buen testimonio para cuantos le conocimos. Había nacido en Pasajes Anchos (Guipúzcoa) el 31 de mayo de 1936 en una familia cristiana que se estableció en Valencia. Cursó sus estudios en nuestros Seminarios y ordenado sacerdote en 1960. Su primer destino fue Vicario de El Salvador de Sagunto y con el entonces párroco, don Sebastián Teresí, llega en 1963 a Copiapó y se hace cargo del sector poblacional “Pedro León Gallo” donde  levantaría el templo parroquial de San José Obrero. Buen administrador, pronto se le encomienda cuidar de los bienes de la iglesia, alternando estas tareas con la capellanía de Carabineros (grupo similar a nuestra Guardia Civil). Despliega una intenso trabajo misionero de forma que en 1970 el Obispo le nombra su Vicario General hasta que en 1978 regresa a Valencia. Ya en la Diócesis ha desarrollado su labor pastoral en el Cristo de la Providencia-Cruz Cubierta sucediendo a don José Alba, posteriormente en el Barrio de la Luz y desde 1999 ha estado adscrito al Sagrado Corazón de Jesús-Patraix y capellán de la Clínica del Consuelo.
     Conservó las buenas cualidades de su origen vasco, pero  encarnado en el carácter abierto y jovial valenciano. Su estancia en Chile le marcó de manera que dejó allí un montón de amigos, a los que le agradaba visitar de vez en cuando. Acompañó a don José María García Lahiguera y después a don Miguel Roca en sus visitas a Latinoamérica. En la carretera de Copiapó a Caldera se bautizó una curva con el nombre de “la vuelta del Curita” porque un día de 1965 Jesús se jugó, o mejor se encontró, la vida en un accidente conduciendo la camioneta. En 1966 el entonces obispo y luego cardenal arzobispo de Santiago de Chile, Monseñor Francisco Fresno, escribió una carta publicada en el BOA de Valencia (pag. 630ss) sobre la mediación de Jesús en el enfrentamiento de los obreros con la compañía minera de El Salvador (en plena cordillera andina) y las fuerzas de seguridad solicitadas por el empresa; allí le respetaron las balas. También supo estar al lado de don Carlos Camus en la actuación de la Iglesia en la ejecución de dirigentes sindicales en 1973, tiempos de la dictadura de Pinochet.
     Jesús asistió con otros sacerdotes valencianos presididos por don Enrique Benavent en 2008 a la celebración de los 50 años de la creación de la diócesis de Copiapó y junto a don Enrique entregó la Réplica del Santo Cáliz como recuerdo de Valencia a aquella Diócesis hermana. Su última visita la realizaría en enero-febrero de 2011 y le ha quedado pendiente la que tenía pensado  para despedirse, decía él, en 2013..
     Una vida plena la de Jesús, respondiendo a la invitación a seguirle que un día, en plena juventud, le hiciera su Maestro y Señor, Jesucristo. ¡Descansa en paz e intercede por los que quedamos!.