El Arzobispo preside
hoy jueves, a las 11, la misa exequial en la parroquia Sagrado Corazón de
Jesús, en Patraix, a la que estaba adscrito.
El
sacerdote de la archidiócesis de Valencia Jesús Oyarzábal Aguirre, que fue
misionero durante 15 años en Chile y capellán del hospital Virgen del Consuelo
de Valencia, falleció ayer a los 76 años de edad tras una larga enfermedad.
La
misa exequial por su eterno descanso será presidida esta mañana, jueves, por el
arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, a las 11 horas, en la parroquia
del Sagrado Corazón de Jesús de Patraix, a la que estaba adscrito el presbítero
fallecido, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes del Arzobispado,
que han precisado que recibirá sepultura en el Cementerio General.
Jesús
Oyarzábal Aguirre era natural de la localidad guipuzcoana de Pasajes Ancho,
aunque recibió la ordenación sacerdotal en Valencia en 1960. Ejerció de
misionero en la diócesis chilena de Copiapó, donde desarrolló distintas
responsabilidades y tareas pastorales como la de director diocesano de Cáritas
y rector del Santuario la Candelaria, además de párroco.
En Valencia, desempeñó otros oficios en la
Curia como el de director del secretariado de Cooperación Apostólica exterior y
miembro del Consejo Presbiteral. Asimismo, fue párroco de la parroquia Cristo
de la Providencia de Valencia así como del Santísimo Cristo de la Luz y vicario
parroquial de la Natividad de Nuestra Señora de Sagunto, además de titular del
arciprestazgo “Jesús- Camino Real de Madrid”.
Igualmente, de 1999 a 2011 fue capellán de la capilla clínica de la Virgen del Consuelo, según las mismas fuentes. (AVAN).
Igualmente, de 1999 a 2011 fue capellán de la capilla clínica de la Virgen del Consuelo, según las mismas fuentes. (AVAN).
MEMORIA DEL SACERDOTE JESUS OYARZABAL AGUIRRE
El 25 de
diciembre, fiesta del Nacimiento de Jesús, era un buen día para que nuestro
amigo y hermano, Jesús Oyarzabal, partiera de este mundo a participar de la
vida plena del Señor Resucitado. Deja buen recuerdo, buen testimonio para
cuantos le conocimos. Había nacido en Pasajes Anchos (Guipúzcoa) el 31 de mayo
de 1936 en una familia cristiana que se estableció en Valencia. Cursó sus
estudios en nuestros Seminarios y ordenado sacerdote en 1960. Su primer destino
fue Vicario de El Salvador de Sagunto y con el entonces párroco, don Sebastián
Teresí, llega en 1963 a Copiapó y se hace cargo del sector poblacional “Pedro
León Gallo” donde levantaría el templo
parroquial de San José Obrero. Buen administrador, pronto se le encomienda
cuidar de los bienes de la iglesia, alternando estas tareas con la capellanía
de Carabineros (grupo similar a nuestra Guardia Civil). Despliega una intenso
trabajo misionero de forma que en 1970 el Obispo le nombra su Vicario General
hasta que en 1978 regresa a Valencia. Ya en la Diócesis ha desarrollado su
labor pastoral en el Cristo de la Providencia-Cruz Cubierta sucediendo a don
José Alba, posteriormente en el Barrio de la Luz y desde 1999 ha estado
adscrito al Sagrado Corazón de Jesús-Patraix y capellán de la Clínica del
Consuelo.
Conservó las
buenas cualidades de su origen vasco, pero
encarnado en el carácter abierto y jovial valenciano. Su estancia en
Chile le marcó de manera que dejó allí un montón de amigos, a los que le
agradaba visitar de vez en cuando. Acompañó a don José María García Lahiguera y
después a don Miguel Roca en sus visitas a Latinoamérica. En la carretera de
Copiapó a Caldera se bautizó una curva con el nombre de “la vuelta del Curita”
porque un día de 1965 Jesús se jugó, o mejor se encontró, la vida en un
accidente conduciendo la camioneta. En 1966 el entonces obispo y luego cardenal
arzobispo de Santiago de Chile, Monseñor Francisco Fresno, escribió una carta
publicada en el BOA de Valencia (pag. 630ss) sobre la mediación de Jesús en el
enfrentamiento de los obreros con la compañía minera de El Salvador (en plena
cordillera andina) y las fuerzas de seguridad solicitadas por el empresa; allí
le respetaron las balas. También supo estar al lado de don Carlos Camus en la
actuación de la Iglesia en la ejecución de dirigentes sindicales en 1973,
tiempos de la dictadura de Pinochet.
Jesús asistió
con otros sacerdotes valencianos presididos por don Enrique Benavent en 2008 a
la celebración de los 50 años de la creación de la diócesis de Copiapó y junto
a don Enrique entregó la Réplica del Santo Cáliz como recuerdo de Valencia a
aquella Diócesis hermana. Su última visita la realizaría en enero-febrero de
2011 y le ha quedado pendiente la que tenía pensado para despedirse, decía él, en 2013..
Una vida plena la de Jesús,
respondiendo a la invitación a seguirle que un día, en plena juventud, le
hiciera su Maestro y Señor, Jesucristo. ¡Descansa en paz e intercede por los
que quedamos!.