Antonio Garcíandía lleva 30 años en Perú, donde ha bautizado a
13.000 niños y construído 20 parroquias.
El sacerdote de la diócesis de Valencia Antonio
Garciandía que lleva más de 30 años como misionero en Perú, donde ha bautizado a
más de 13.000 niños y ha construido más de 20 parroquias con material de
reciclaje, ha solicitado ayuda para la creación de un centro de formación
integral para la promoción del auto empleo mediante la constitución de pequeñas y
medianas empresas.
Este centro estará ubicado en un edificio de cinco
pisos, que integra aulas, residencia para alumnos y talleres con el objeto de
que los jóvenes pueden construir sus propias empresas, según publica en su
último número el semanario diocesano PARAULA.
La Fundación Ad Gentes del
Arzobispado de Valencia lleva los últimos tres años colaborando en este proyecto
con la construcción del centro y de una capilla en la parroquia de Santa María
Virgen que atiende el misionero en la localidad de La Arboleda.
Antonio
Garciandía, natural de la localidad navarra de Azagra, de origen navarro aunque
perteneciente a la archidiócesis de Valencia, lleva más de 30 años en la
diócesis peruana de Callao y en Carabayllo que forma parte de la archidiócesis
de Lima. Su misión se encuentra en un lugar de pleno desierto que “ha pasado de
ser una zona apenas poblada a tener más de trescientos mil habitantes”.
El sacerdote es en la actualidad vicario episcopal del decanato IV de la
diócesis de Callao y está dedicado, también, a la recuperación de las Cáritas de
la zona. . (AVAN).