jueves, 25 de octubre de 2012

Un misionero valenciano en Perú pide ayuda para la creación de un centro de formación y creación de empresas


Antonio Garcíandía lleva 30 años en Perú, donde ha bautizado a 13.000 niños y construído 20 parroquias.

El sacerdote de la diócesis de Valencia Antonio Garciandía que lleva más de 30 años como misionero en Perú, donde ha bautizado a más de 13.000 niños y ha construido más de 20 parroquias con material de reciclaje, ha solicitado ayuda para la creación de un centro de formación integral para la promoción del auto empleo mediante la constitución de pequeñas y medianas empresas.


Este centro estará ubicado en un edificio de cinco pisos, que integra aulas, residencia para alumnos y talleres con el objeto de que los jóvenes pueden construir sus propias empresas, según publica en su último número el semanario diocesano PARAULA. 

La Fundación Ad Gentes del Arzobispado de Valencia lleva los últimos tres años colaborando en este proyecto con la construcción del centro y de una capilla en la parroquia de Santa María Virgen que atiende el misionero en la localidad de La Arboleda. 

Antonio Garciandía, natural de la localidad navarra de Azagra, de origen navarro aunque perteneciente a la archidiócesis de Valencia, lleva más de 30 años en la diócesis peruana de Callao y en Carabayllo que forma parte de la archidiócesis de Lima. Su misión se encuentra en un lugar de pleno desierto que “ha pasado de ser una zona apenas poblada a tener más de trescientos mil habitantes”. 

El sacerdote es en la actualidad vicario episcopal del decanato IV de la diócesis de Callao y está dedicado, también, a la recuperación de las Cáritas de la zona. . (AVAN).