lunes, 29 de octubre de 2012

Un matrimonio valenciano parte junto a sus seis hijos como misioneros a Perú

Un matrimonio valenciano, Pablo Romero y Noemí Ibáñez, de 32 y 34 años de edad, respectivamente, han partido esta semana a Perú, como misioneros, junto con sus seis hijos, de entre un mes y nueve años de edad.

El matrimonio, feligreses de la parroquia Santo Tomás Apóstol de Valencia e integrantes del Camino Neocatecumenal, se ofrecieron como familia misionera hace ahora un año. “Sabemos que aquí también tenemos una misión”, según ha señalado Pablo Romero al periódico semanal Paraula. “No teníamos un interés especial por irnos de familia misionera, simplemente, nos pusimos a disposición de la Iglesia para lo que fuera y en cualquier lugar en que pudiéramos ser necesarios”, ha añadido.




La familia ya se ha trasladado al país sudamericano “con mucha ilusión”, donde colaborarán con la parroquia de Santo Domingo el Savio “dando ejemplo como familia”, según Pablo Romero, quien añade que también acogen su envío “con algo de temor”, ya que han sido destinados al poblado de El Callao, “un poco conflictivo”,cercano a la capital de Lima.

Está previsto que, en Perú, Pablo trabaje en una empresa de pinturas con la que le puso en contacto su empresa de Valencia. “A nuestros hijos desde el primer momento se les ha ido explicando el proceso, y aunque son pequeños están muy contentos, también porque ven contentos a los padres”, ha indicado el padre de familia.

Además, se da la circunstancia de que, casualmente, la Iglesia les ha enviado a la misma ciudad donde ya vive Esther, una hermana de Pablo, junto con su marido y sus hijos, por lo que es posible que “ todos los primos vayan al mismo colegio”, ha añadido.
La parroquia Santo Tomás Apóstol acogió el pasado 7 de octubre la ceremonia de “envío”, en la que además, Clara, la hija mayor del matrimonio y María, la más pequeña, recibieron la Primera Comunión y el Bautismo, respectivamente.

Al igual que el matrimonio valenciano, las familias en misión del Camino Neocatecumenal acuden a las diócesis del mundo en los que los obispos de esos lugares han pedido su presencia para que den testimonio de la familia cristiana y colaboren en el desarrollo de la Iglesia. (AVAN).