El Papa Francisco estuvo la pasada semana en un viaje apostólico en el Congo y Sudán del Sur. La Iglesia de la República Democrática del Congo es la más numerosa de África, con un 49% de católicos entre la población del país. Un porcentaje que llega casi al 98% si se suman las diferentes confesiones cristianas del país.
En los últimos 70 años la Santa Sede, a través de las Obras Misionales Pontificias, como Obras del Papa que son, ha estado siempre al lado de la Iglesia del Congo, apoyando su crecimiento y la labor, primero de los misioneros, y después del clero local y las congregaciones religiosas que han ido naciendo en el país, fruto del dinamismo de sus comunidades cristianas.
Gracias a la generosidad de los fieles de todo el mundo con las diferentes campañas y distintas Obras Misionales, solo en el año 2020 se enviaron 5.849.713 dólares a la Iglesia congoleña. Una suma que engloba los subsidios ordinarios –sumas para las necesidades del día a día, que fueron 1.623.333 dólares – enviados a cada una de las 48 diócesis. Otra importante partida son los 520.000 dólares destinados a la formación y necesidades de los catequistas, verdadera columna vertebral de la Iglesia en el Congo y, en gran parte, explicación de su crecimiento.
Con el resto se han financiado equipamientos parroquiales, escolares u obras en conventos y casas de religiosas. También, con las ayudas de las Obra Pontificia de la Infancia Misionera, se ha ayudado a la construcción de escuelas a su equipamiento y a la escolarización de niños refugiados, huérfanos, discapacitados… Otra partida muy importante, la enviada por la Obra de San Pedro Apóstol, ha ido destinada a respaldar económicamente a los seminaristas, 3.706 jóvenes, con una suma de 1.623.333 dólares. También se ha apoyado a 711 novicios y novicias de distintas congregaciones religiosas.
La Iglesia durante estos años pasaba de ser una minoría muy activa en el campo de la educación, la asistencia sanitaria y la ayuda social, a convertirse en la primera confesión del país. Si se toma el ejemplo de Lubumbashi, una de las archidiócesis del país, ha pasado de los 72.000 católicos y tres parroquias de 1950, a los casi dos millones actuales y 75 parroquias. Un crecimiento que se ve también en las vocaciones. De 67 sacerdotes, todos religiosos misioneros, de 1950, a los actuales 363 sacerdotes, casi todos ellos congoleños, con una muy pequeña presencia de misioneros. Además, la archidiócesis de Lubumbashi ya lleva años enviando misioneros, a través de las vocaciones religiosas. Y todo ello a pesar de ser “tierras probadas por largos conflictos”, como decía el Papa en el ángelus de ayer, en el que pedía oraciones que acompañasen su viaje.