Queridos hermanos y amigos, El pasado lunes 4 de agosto comenzamos el segundo semestre en el seminario de Ciudad del Cabo, después de un intenso primer semestre lleno de acontecimientos. Como siempre el Señor nos sorprende y conduce por caminos que no habíamos pensado y construye Él nuestro año cambiando a veces nuestros planes. Es así como aprendemos a vivir en el “espíritu de la misión” aceptando esta precariedad que significa que es Dios el que nos lleva por donde Él quiere. Después de la Vigilia Pascual nos llevó por unas semanas a Porth Elisabeth para ir por las casas de dos en dos llevando la Buena Noticia de la Resurrección del Señor.
Estos tiempos de misión son muy importantes en la formación de los seminaristas ya que les ayudan a concretizar en palabras propias el anuncio de la fe. Caminar de dos en dos al encuentro de las personas, con la Biblia en la mano, superar las propias timideces y complejos, la barrera del idioma y la cultura, nos ayudó a todos a entrar en la Alegría Pascual, al ver cómo Dios nos utilizaba como instrumentos inútiles para tocar los corazones de las personas que sufren. En esos días nuestras crisis personales se redimensionan ya que la fe crece no sólo en aquellos que reciben el anuncio sino también en aquellos que lo llevan.
En el mes de junio el Señor nos puso en movimiento para preparar una gran fiesta con ocasión de las ordenaciones presbiterales de Diego (Honduras) y Emanuel (Tanzania). Estas ordenaciones marcan un hito en la historia de este seminario misionero ya que estos dos seminaristas son los últimos en ordenarse del primer núcleo o embrión que fundó la casa en el año 2012, junto con Francesco, Luigi y Joseph. Todos hemos sentido como si se cerrara una primera etapa donde el Señor ha llevado a cabo aquello que comenzó con tanta pequeñez, realmente como un insignificante grano de mostaza. Demos gloria a Dios que ha provisto en todos estos años los medios necesarios para completar la formación humana y espiritual de estos primeros presbíteros.
El 24 de junio, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, pudimos vivir un momento muy especial en donde, acompañados por muchos hermanos venidos de los lugares de origen y en especial de las familias de Diego y Emanuel nos unimos en acción de gracias por el don concedido por el Señor a su Iglesia a través de sus nuevos ministros. Aprovecho estas líneas para dar las gracias a tantas personas que de muchas formas habéis contribuido en estos años en la formación de Diego y Emanuel para que recibieran una esmerada y cuidadosa preparación. La educación de las almas, como dice S. Gregorio es “el arte de las artes” (Regla Pastoral) y son muchas las personas que la llevan a cabo. ¡Gracias por vuestro amor y dedicación!
Una semana después recibimos la visita de Matteo Nistri junto con su familia, seminarista que ayudó a abrir el seminario Redemptoris Mater de Pretoria en el año 2018 y se ordenó presbítero el pasado 8 de mayo en Roma. En su viaje por Sudáfrica, hizo una especial etapa visitando a los hermanos de Eesterust y de las comunidades de Pretoria donde caminó, evangelizó y sobre todo donde el Señor le confirmó en su llamada a entregarse a la Iglesia.
El primer semestre se ha concluido con un regalo del Señor para todos, presbíteros y seminaristas, un curso intensivo de “Historia, Geografía y Arqueología de la Salvación” organizado por el Studium Theologicum Galilaeae de Tierra Santa. Como sabéis la formación de los seminaristas se realiza a través de profesores invitados de todo el mundo y también de párrocos locales. Este curso ha ofrecido a los seminaristas una clave de interpretación de todos los cursos teológicos a través del estudio de las fuentes históricas de la Revelación realizado en las mismas etapas de la historia de la salvación desde el Éxodo hasta la Pascua cumplida en Jesucristo.
Estos días nos ayudaron también a hacer una pausa necesaria a mitad del curso, a descansar del ritmo ordinario de la casa y recuperar fuerzas para comenzar el segundo semestre. Aprender a cambiar de actividad y saber cómo descansar del estrés cotidiano es una parte importante de la educación de los jóvenes. La convivencia durante el viaje, el sufrir juntos las inconveniencias y peripecias del trayecto, nos ayudaron a conocernos mejor unos a otros y a salir del individualismo que es una de las notas típicas de esta sociedad posmoderna en la que vivimos. Damos las gracias a todos los que nos han ayudado a hacer posible este curso formativo. Al regreso de Tierra Santa el Señor nos había preparado una sorpresa. Nuestro querido Renato Versace nos estaba ya esperando en Ciudad del Cabo desde algunos días para darnos un curso de Bioética. Renato es un médico cirujano de Cerdeña, que en los últimos años se ha especializado en los temas que rodean la vida y la sexualidad desde la perspectiva personalista propia del pensamiento antropológico de San Juan Pablo II. En sus encuentros nos pudo introducir de manera sugestiva y genial, haciendo síntesis de la ciencia médica y los datos de la Revelación, a temas como la anticoncepción, el aborto, la eutanasia o la ideología de género. Esperamos que pueda volver en el futuro más veces para ayudarnos a tener una respuesta adecuada a los problemas de la cultura actual que se está polarizando siempre más en contra de la vida y la familia según el diseño divino dado en la creación.
Durante el mes de agosto hemos retomado el ritmo normal de estudios con un seminario de metodología teológica impartido por un profesor especial, nuestro querido vicerrector Paolo Itta. Durante las horas de clase los seminaristas han podido profundizar varios textos de Joseph Ratzinger sobre el estatuto de la ciencia teológica y también conocer los documentos papales sobre la Iglesia en África como Africae Munus de Benedicto XVI. En estos documentos el Papa emérito valoriza el lugar de las iglesias africanas, muchas todavía en vías de evangelización, dentro de la Iglesia universal y señala cómo constituyen una riqueza y una esperanza para el futuro de la Iglesia. Esperamos que el Señor nos ayude siempre más a amar esta tierra, su historia, y los pueblos que la componen, la tierra donde Él nos ha llamado a seguirle.
Espero que estas breves noticias y fotografías os alegren a todos y os ayuden a reconocer la obra de Dios a través de instrumentos tan pobres. Os pedimos que recéis siempre por nosotros y en especial por los seminaristas para que el Señor les haga crecer en una entrega radical a su Voluntad. Me despido con unas breves palabras del Papa a la conclusión del sínodo sobre África (2009) que bien puede valer como una invitación que Dios nos hace a todos hoy:
“Levántate, Iglesia en África, familia de Dios, porque te llama el Padre celestial a quien tus antepasados invocaban como Creador antes de conocer su cercanía misericordiosa, que se reveló en su Hijo unigénito, Jesucristo. Emprende el camino de una nueva evangelización con la valentía que procede del Espíritu Santo” Benedicto XVI
Los formadores del Seminario: Juan Jesús Prats Arolas y Paolo Itta