Según los datos recogidos por la Agencia Fides, en el año 2021 fueron asesinados 22 misioneros en el mundo: 13 sacerdotes, 1 religioso, 2 religiosas y 6 laicos. En cuanto a la división continental, el mayor número se registra en África, donde fueron asesinados 11 misioneros (7 sacerdotes, 2 religiosos, 2 laicos); seguido de América, con 7 misioneros asesinados (4 sacerdotes, 1 religioso, 2 laicos); Asia, donde fueron asesinados 3 misioneros (1 sacerdote, 2 laicos); y Europa, donde fue asesinado 1 sacerdote. En los últimos años, África y América se han alternado en el primer puesto de este trágico ranking. De 2000 a 2020, según nuestros datos, 536 misioneros fueron asesinados en todo el mundo.
viernes, 11 de febrero de 2022
Los misioneros que dieron la vida por el Reino en 2021
Publicado
febrero 11, 2022
Por
Misiones Valencia
Desde hace algún tiempo, la lista anual de la Agencia Fides no solo se refiere
a misioneros ad gentes en sentido estricto, sino que trata de registrar todos
los cristianos católicos comprometidos de alguna manera en la actividad
pastoral que murieron violentamente, no expresamente “por odio a la fe”. Por
eso preferimos no utilizar el término “mártires”, salvo en su sentido
etimológico de “testigos”, para no entrar en el juicio que la Iglesia pueda dar
sobre algunos de ellos. De la misma manera usamos el término “misionero” para
todos los bautizados, conscientes de que “en virtud del Bautismo recibido, todo
miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero. Todo
bautizado, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de educación
de su fe, es sujeto activo de evangelización” (EG 120).
Como lo demuestra la escasa información que se pudo recabar sobre sus
biografías y sobre las circunstancias de su muerte, los misioneros asesinados
no destacaron por sus obras, sino que simplemente daban testimonio de su fe en
contextos de violencia, de conflicto social, de desigualdad, de explotación y
de degradación moral y ambiental, donde la opresión del más fuerte sobre el más
débil es una regla única, sin ningún respeto por la vida humana, por los
derechos y por cualquier tipo de autoridad. Una vez más, estos sacerdotes,
religiosos y religiosas y laicos fueron conscientes de todo ello. En muchas
ocasiones, habían nacido en esa misma tierra donde morían, por eso, conocían
bien donde estaban, no eran ingenuos. Así, “cuando todo aconsejaba callar,
resguardarse en lugar seguro y no profesar la fe, no podían dejar de dar
testimonio” (Papa Francisco, Budapest, 14 de septiembre de 2021). De África a
América, de Asia a Europa, compartieron la vida cotidiana con los hermanos y
hermanas que tenían cerca, con sus riesgos y temores, su violencia y sus
privaciones, mostrando en pequeños gestos el testimonio cristiano cada día como
semilla de esperanza.
Párrocos asesinados en sus comunidades, en África y América, que animaban a los
fieles a no someterse pasivamente al régimen delictivo, fueron torturados y
secuestrados por delincuentes en busca de riquezas inexistentes, atraídos por
el espejismo de redenciones fáciles o interesados en silenciar voces incómodas.
Sacerdotes dedicados a obras sociales, como en Haití, asesinados para robarles
lo necesario para realizar tales actividades, o incluso asesinados por aquellos
a quienes ayudaban, como en Francia, o en Venezuela, donde un religioso fue
asesinado por ladrones en la misma escuela donde enseñó a los jóvenes a
construir un futuro. Monjas asesinadas a sangre fría en una emboscada por
criminales en Sudán del Sur. Y muchos laicos, cuyo número va en aumento:
catequistas asesinados en enfrentamientos armados junto con las comunidades que
animaban a Sudán del Sur; jóvenes asesinados por francotiradores mientras
intentaban llevar ayuda a las personas desplazadas que huían de los
enfrentamientos entre el ejército y las milicias en Myanmar; una misionera
laica brutalmente asesinada para robarle un teléfono móvil en Perú; un joven
que murió en un vehículo reventado por una mina en República Centroafricana; un
catequista indígena, activista por los derechos humanos, asesinado en México.
Todos ellos “no pudieron dejar de dar testimonio” con la fuerza de su vida
entregada por amor, luchando todos los días, pacíficamente, contra la
prepotencia, la violencia y la guerra.
Puedes leer el texto completo aquí y ver el vídeo sobre los misioneros asesinados en el canal de Youtube dela Agencia Fides