La semana pasada en toda la Iglesia celebramos la quinta jornada por los pobres. Esta jornada se celebra desde hace 5 años, promovida por el papa Francisco. Este año el lema era: “A los pobres los tenéis siempre con vosotros”.
Esta es la realidad en la que vivimos, en un mundo que descarta y que
separa, la Iglesia, misionera en su raíz, debe ser un lugar de encuentro y
acompañamiento para las personas que más sufren estas consecuencias ¿Voy con
los ojos atentos cuando paseo por mi entorno habitual? ¿Soy consciente de la
realidad en la que vivo?
Dios desde la libertad que nos regala y el amor que nos tiene nos propone
un plan, y cuando dejamos que sea Él, como Rey, quién nos guíe, la vida adquiere
otro matiz. Todos lo hemos experimentado, aún sin ser conscientes de ello
muchas veces. Entonces ¿Cómo puedo hacer esto? ¿Cómo puedo dejarme guiar?
Podemos dejarnos guiar de muchas formas, pues en esto Dios también es rico
y diverso y actúa en cada persona de la mejor manera para que le escuchemos.
Y tú ¿Cómo te dejas hacer por Dios? ¿En qué momentos le reconoces como pastor que acompaña y guía, como Rey?
Esta breve reflexión sobre el papel de Jesús en toda la creación y en mi vida, nos puede ayudar a concluir este año litúrgico que toca a su fin, pero también para el año que empieza. Puedes preguntarte también : - ¿Qué
podemos hacer para, reconociendo que es Cristo el que nos marca el camino,
acercarnos en actitud misionera a la pobreza de este mundo?
- ¿A qué lugares de nuestro día a día nos envía Dios a evangelizar con palabras y con acciones? ¿Los identifico?