lunes, 23 de marzo de 2020

Las palabras del arzobispo a nuestra diócesis

Recogemos las palabras del arzobispo Cañizares durante la celebración de la misa que ofició el pasado 18 de marzo en la Basílica de Virgen de los Desamparados.

Queridísimos valencianos: 
Estos días que estamos pasando con tanto sufrimiento, e incluso tal vez con no poco desaliento, querríamos todos poder rezar presencialmente ante nuestra Mareta, la Mare de Déu del Desamparats. Era tradicional desde hace muchos años, que miles y miles de valencianos se acercasen a su Casa, la Basílica, para decirle cómo la queremos, para implorar su amparo. Y además, en este día, previo a San José, todo el mundo fallero venía a presentarle su ofrenda de flores. Este año no va a ser posible por la pandemia del coronavirus que nos aflige y el estado de alarma en el que nos encontramos, prudentemente nos aconseja no tener ningún gesto público que pudiera favorecer algún contagio. Pero la Mare de Déu quiere estar con nosotros y enjugar nuestras lágrimas y aliviar nuestros miedos y amparanos bajo su manto. Nos quiere decir que no nos abandona, que no nos desampara.
Por esto mismo, como creyente e hijo de esta Madre tan buena, quiero deciros con el corazón en la mano que estoy seguro de que estos días, aunque no la veamos físicamente, Ella, desde el cielo, está paseando y caminando por nuestras calles y rincones de Valencia, por nuestros barrios y pueblos y visitando nuestras casas, deteniéndose en las casas y hogares de los más vulnerables, de los ancianos, de los que lo están pasando mal, para sentir más cerca las consecuencias que está trayendo la pandemia. Estad seguros que, como a su prima Isabel, necesitada de ayuda, nos visita en nuestros hogares y se quedará el tiempo que haga falta con nosotros, como se quedó con su prima, y traerá la alegría, el consuelo, la esperanza, la salud, porque nos trae  siempre a su Hijo, en quien tenemos la salud, la salvación, a Dios con nosotros.
Hubiese sido muy hermoso y emocionante que en estos días saliese su imagen de Su Basílica para estar en la calle con sus hijos tan queridos y acompañarnos, y al mismo tiempo, nosotros, como el día de la Virgen, decirle: “Tots a una veu, Vixca la Mare de Déu, Vixca la Mare dels Desamparats”, “¡Guapa, Guapa, Guapa!”. Pero ya se lo diremos, aún más fuerte y con todo el corazón y fervor, de veras, cuando la alarma haya pasado. Entre tanto, rezadle en el secerto de vuestro corazón y decidle desde vuestro hogar, en la intimidad familiar: “Dios te salve, María”. Rezad en casa el Santo Rosario y decidle que nos ampare porque “la patria valenciana s´ampara baix el teu mant”.
VALENCIANS, TOTS A UNA VEU: VIXCA LA MARE DE DEU!. VIXCA!
Con mi afecto, mi oración, unido a todos vosotros, recibid mi bendición y la certeza de que la Mareta del cielo nos ampara.