Este próximo domingo tiene lugar en el convento de las Agustinas Recoletas de Dénia la última oración misionera que la delegación de misiones organiza para nuestra diócesis. Esperamos que sea un gran momento de comunión y oración por las misioneras y misioneros de todo el mundo, en especial los misioneros de nuestra diócesis de Valencia.
Por otro lado, el pasado domingo día 24 de noviembre, Solemnidad de Jesucristo Rey de Universo, tuvo lugar en el Monasterio de San José y Santa Teresa, de Carmelitas Descalzas, de Serra, un encuentro-oración con la Delegación de Misiones de la Diócesis de Valencia. Recogemos las líneas que las hermanas han redactado con motivo de la misma:
Se inició el encuentro-oración, con un saludo a cargo de la M. Priora de la Comunidad de Carmelitas Descalzas, hizo mención al deseo del Papa Francisco de celebrar en este año 2019 un mes misionero extraordinario con motivo del centenario de la carta apostólica del Papa Benedicto XV Maximum llud, dijo que nos reuníamos para ayudar a alimentar el ardor de la actividad evangelizadora de la Iglesia, con nuestra oración. Leyó un texto de Santa Teresita alusivo a la dimensión apostólica de nuestra oración como monjas de vida enteramente contemplativa.
Seguidamente, Don Arturo, director de la Delegación de Misiones, hizo la Exposición del Santísimo, y siguió un rato de adoración. Después se cantaron las Vísperas y al finalizar la lectura breve, Don Arturo, nos dirigió unas palabras en las que nos informó de las necesidades de los vicariatos apostólicos de la Amazonía y nos relató la experiencia vivida este verano junto al Sr. Cardenal y al grupo que lo acompañaba en la visita a aquellas lejanas tierras. Nos relató la necesidad que tienen de sacerdotes, religiosos y religiosas, también laicos bien formados, para poder anunciar el Evangelio, hay una falta enorme de sacerdotes, son muchos los poblados que quedan desatendidos, a los que no pueden llegar los sacramentos. El Sr. Cardenal muy generoso pide y trabaja para que un pequeño grupo, aunque sea reducido, de sacerdotes sientan esta llamada y partan para aquellas tierras.
Después de estas emotivas y sentidas palabras que nos urgían a pedir al Señor vocaciones misioneras, hubo otro espacio de oración ante el Santísimo. Seguimos con las preces y el rezo del padrenuestro, con un deseo muy vivo en el corazón de pedir vocaciones misioneras. Finalizamos este encuentro con la Bendición y Reserva del Santísimo. El canto de la Salve, quería poner en Ella, la Madre, todas estas intenciones y necesidades.
Que María interceda y mueva los corazones de sacerdotes y de jóvenes y los disponga a prestar esta ayuda en favor de los cristianos desatendidos en los vicariatos apostólicos de la Amazonía.