Este domingo celebramos la Jornada Mundial de las Misiones, conocida como Domund. En este día de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con la misión universal de la Iglesia.
El lema del Domund de este año nos habla de la experiencia personal que de Dios tiene cada persona. Sin embargo, como también hemos experimentado y harto nos han repetido, en ocasiones no parece fácil “integrar” a Dios en nuestro día a día. La rutina, el ritmo, las obligaciones hacen que, a veces, le dejemos a un lado.
Descubrir esa presencia de Dios en lo cotidiano es lo que nos permite vivir como auténticos cristianos felices, pero también, movidos por el Amor, llevar esa vida plena a otras personas. Para reconocer esas vidas del Señor junto a la nuestra es necesario alzar la vista y dedicar tiempo a la oración. Preguntar a Dios, buscarlo y compartirlo.
¿Quieres profundiza en esta dimensión misionera de manera individual o en grupo? Continua leyendo.
Ponte en presencia del Señor. Puedes preparar algún lugar con unas velas, alguna imagen de la cruz y una Biblia. Luego, piensa en algo relevante que hayas vivido recientemente, lo que sea, pero algo que te haya causado sensación, que te haya marcado de alguna manera: una película, algo realizado en clase o el trabajo, una situación que se te haya presentado en la calle… ¿Es posible que Dios se haya hecho presente aquí? ¿Tal vez te ha estado hablado de alguna forma? Puede que no sea tan fácil, es posible que no.
En la antigüedad los marineros utilizaban las estrellas para orientarse durante la noche, les servían de “brújula” en medio de la oscuridad. Pero, para que esto fuese efectivo, debían conocer muy bien las constelaciones e identificar su significado. Navegaban por el agua, pero en realidad iban “mirando al cielo”.
Y yo ¿Miro al cielo (a Dios) para orientarme, para encontrar luz en Él para mis acciones? ¿Con qué frecuencia freno mi ritmo para ubicarme y saber por dónde debo continuar mi camino? ¿Reconozco en las personas a Dios o llevo un camino solitario y autónomo?
El papa Francisco nos dice que “necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas”. Saber “mirar el cielo” en lo cotidiano es imprescindible para los cristianos. Coge ahora papel y boli y escribe algunas situaciones que hayan vivido en tu vida en las que reconozcas la presencia de Dios. (Si lo estás haciendo en grupo, podéis, con libertad, compartir estas situaciones).
Por otro lado, piensa si otras personas han podido encontrar en ti la presencia del Señor ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Por qué?
Por el Bautismo (y reforzado en la Confirmación) todos somos misioneros. Tenemos la misión de llevar a Cristo a cada persona. Y esto empieza por contar, con hechos y palabras, nuestra experiencia personal con Dios. Como los misioneros hacen cada día en cada rincón de la tierra. Para que nadie deje de conocer la Alegría que colma y el Amor que salva.
Es siempre nuestro compromiso hacerlo allá donde estemos y ayudar a aquellos que lo hacen allá donde han sido enviados, pero de manera especial durante esta Jornada del Domund.
La oración y la entrega generosa de nuestro vida y recursos, son medios para ello. Si trabajas en grupo, podéis marcaros un mes de plazo para realizar de manera concreta estas acciones para, transcurrido este tiempo, poder compartirlo en grupo.
Por último, para unirnos en oración a cada cristiano por la Misión, rezamos la oración de este Domund 2021.
