“Que el Señor acoja a los difuntos, consuele a sus familias y sostenga a los más afectados, así como a todos aquellos que están trabajando por ayudarlos”, es la invocación del Papa Francisco después de rezar la oración del Ángelus, de este XXXII Domingo del Tiempo Ordinario, en el cual el Pontífice pidió por “las poblaciones de América Central, golpeadas en los últimos días por un violento huracán que ha causado muchas víctimas y grandes daños, y también agravado por la ya difícil situación de la pandemia”.
Urgente ayuda y solidaridad
Este domingo, 8 de noviembre el Santo Padre dirigió su mirada y su preocupación por la dramática situación que atraviesa Centroamérica golpeada en los días pasados por el huracán Eta, que en su paso ha dejado muchos fallecidos y graves daños materiales. De esta manera, el Papa se unió al llamamiento de la Iglesia en América Central que pide “urgente ayuda y solidaridad” tras la devastación y muerte dejado por el huracán. En los días pasados, los Obispos de la Conferencia Episcopal de Guatemala, en un comunicado manifestaron su solidaridad y cercanía hacia las regiones del país más golpeadas por el huracán, así como a las vecinas naciones de Honduras y Nicaragua. Una tragedia que para los Obispos se ha unido al ya doloroso padecimiento causado por la pandemia y que necesita una respuesta en la oración y en la solidaridad.