martes, 20 de octubre de 2020

95 obispos españoles entregados a la misión fuera de España

 El Santo Padre nombraba este sábado obispo auxiliar de la diócesis de Zárate-Campana, Argentina, al padre Justo Rodríguez Gallego, sacerdote de la archidiócesis de Toledo. Con él son 95 los obispos españoles con labores ministeriales y pastorales fuera de España.

Justo Rodríguez Gallego nació en Don Benito, Badajoz, el 29 de noviembre de 1954 y fue ordenado sacerdote de la archidiócesis de Toledo el 6 de julio de 1980. En la década de los ochenta llegó a Argentina a través de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA). Fue director espiritual del Seminario diocesano de Zárate-Campana y más tarde, en 1989, regresó a la archidiócesis de Toledo donde trabajó en la pastoral juvenil diocesana y como párroco. En 1997 volvió a Zárate-Campana y desde entonces ha ocupado los siguientes cargos: Delegado diocesano para las vocaciones, vicario episcopal para las misiones, decano y miembro del Colegio de Consultores y del Consejo presbiteral y vicario episcopal para la pastoral. Durante la sede vacante fue administrador diocesano y actualmente es vicario general.

Con este nuevo obispo son ya 95 los obispos que ejercen su labor ministerial o pastoral fuera de España. Es cierto que de ellos 43 son eméritos, pero la mayoría siguen vinculados a los lugares donde ejercieron esa labor. Un ejemplo de ello fue el último de estos obispos fallecido, el claretiano Mons. Pedro Casaldáliga, que hasta el pasado 28 de agosto, siguió durante años vinculado a su misión en Brasil. La gran mayoría, nada menos que 81, están en América. Y también la mayoría son religiosos, 67, viniendo el resto, 28, del clero diocesano, que partieron de España a través de diversos cauces como el Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) o, como en el caso de Justo Rodríguez, a través de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA). También es digno de mencionar que provienen de 41 diócesis españolas distintas, lo que muestra el dinamismo de partir hacia las periferias, de las que tanto habla el Papa Francisco, que ha caracterizado siempre a la Iglesia en España.