El último número de nuestra revista Valencia Misionera, dedicamos la sección de la Fundación Ad Gentes al proyecto de Los Cooperadores de la Verdad en Perú. Conozcamos ahora un poco más su proyecto.
El Arzobispado de Valencia, a través de la Fundación Ad Gentes, colabora en la actualidad en el acondicionamiento y ampliación de un colegio peruano, en la ciudad de El Callao, cerca de Lima, regido por cinco sacerdotes valencianos de la congregación Cooperadores de la Verdad de la Madre de Dios.
Las obras que consisten en la mejora de la entrada al centro con la incorporación de una zona de juegos y un jardín.
Se trata del colegio parroquial Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en un barrio “con problemas de paro, delincuencia y droga, y con familias con escasos recursos, muchas desestructuradas”, que atiende a 200 alumnos, desde Infantil hasta 6º de Primaria, y que rige desde hace cuatro años una comunidad de Cooperadores de la Verdad integrada por misioneros valencianos, ha explicado Jesús Fuster, uno de ellos.
La Fundación Ad Gentes “ya colaboró el año pasado con la compra de mobiliario escolar para el centro y este año el proyecto se centra en arreglar la entrada al colegio”, según Fuster, que ha añadido que las obras de mejora “continuarán, con la ayuda de particulares y fundaciones desde Valencia y España, y también de Perú, para poder seguir construyendo aulas y, en el futuro, construir un nuevo templo”.
Los cinco misioneros valencianos, que también se encargan de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, “seguimos nuestro carisma de educación cristiana de niños y jóvenes, tanto en la escuela como en la parroquia, y además somos profesores y damos clase” por petición del obispo de Callao, monseñor José Luis del Palacio, que también les pidió colaboración en la misión educativa de los colegios diocesanos de la diócesis peruana y en el instituto pedagógico donde se forman los futuros profesores.
En el colegio “también dan clase profesores peruanos, un matrimonio de una familia misionera valenciana, que son profesores, y dos voluntarias de Valencia, que nos apoyan en la misión educativa” y en verano realizan prácticas de Magisterio alumnos de la Universidad Católica de Valencia (UCV).
Aunque el barrio “es conflictivo, e incluso peligroso, el colegio y el templo parroquial siempre han sido respetados porque aunque es un centro privado es gratuito, no cobramos nada a las familias de los alumnos, y el colegio se mantiene con donaciones desde Valencia y España, y de Perú”, ha señalado Fuster.
El colegio Nuestra Señora de Guadalupe “antes se encontraba en otro edificio, en malas condiciones, y hace cuatro años se trasladó a lo que era el seminario, que vamos acondicionando, año a año, con nuevas aulas y mobiliario, y la idea es comenzar con aulas de Secundaria el año que viene y construir un nuevo templo en el solar del antiguo colegio”.
Jesús Fuster fue ordenado sacerdote en Valencia hace 11 años y tras sus primeros destinos como párroco en San Francisco de Asís, en Valencia, y en Carcaixent, en la casa de formación del noviciado de su congregación, fue destinado en septiembre de 2016 a la parroquia y colegio Nuestra Señora de Guadalupe en El Callao (Perú).
La congregación Cooperatores Veritatis Mater Dei fue constituida en Valencia, en 2011, como Instituto Religioso Clerical de Derecho Diocesano “para alabanza de Dios y formación y evangelización de los niños y jóvenes”.
En la actualidad, cuenta en la diócesis de Valencia con dos comunidades en Valencia, de las que una atiende la parroquia y el colegio Santiago Apóstol, del barrio de Marxalenes, además de la Iglesia del Temple, donde realizan actividades para niños y jóvenes, como un oratorio y acompañamiento.
Las personas interesadas en obtener más información sobre la congregación y sobre su labor en Perú pueden consultar la página web cooperatoresveritatis.org, desde la que se puede colaborar con su misión educativa con acciones como apadrinar a un niño o varios del colegio peruano o realizar donativos para comprar material escolar.
AVAN