El
Papa Francisco ha enviado un mensaje a los jóvenes, creyentes y no creyentes,
en el que les propone lo que él llama la “revolución del servicio”. En este
mensaje es un saludo previo ante la Jornada Mundial de la Juventud que se
celebrará en Panamá del 22 al 27 de enero.
“Queridos
jóvenes: Nos aproximamos a la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará
en Panamá el próximo mes de enero y tiene como lema la respuesta de la Virgen
María a la llamada de Dios: «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu
palabra» (Lc 1,38).
Sus palabras son un ‘sí’ valiente
y generoso. El sí de quien ha comprendido el
secreto de la vocación: salir de uno mismo y ponerse al servicio de los demás.
Nuestra vida solo encuentra significado en el servicio a Dios y a los demás.
Hay
muchos jóvenes, creyentes o no, que
al final de una etapa de estudios muestran
su deseo de ayudar a otros, de hacer
algo por los que sufren. Esta es la
fuerza de los jóvenes, la fuerza de todos ustedes, la que puede cambiar el mundo; esta es la revolución que puede
desbaratar los grandes poderes de este mundo: la ‘revolución’ del servicio.
Ponerse
al servicio de los demás no significa solamente estar listos para la acción,
sino que también hay que ponerse en
diálogo con Dios, en actitud de escucha, como lo hizo María. Ella escuchó
lo que el ángel le decía y después respondió. De ese trato con Dios en el
silencio del corazón, se descubre la propia identidad y la vocación a la que el
Señor llama; esta puede expresarse en diferentes formas: en el matrimonio, en
la vida consagrada, en el sacerdocio… Todas ellas son modos para seguir a
Jesús. Lo importante es descubrir lo que
el Señor espera de nosotros y ser valientes para decir ‘sí’.
María
fue una mujer feliz, porque fue generosa ante Dios y se abrió al plan que tenía
para ella. Las propuestas de Dios para nosotros, como la que le hizo a María,
no son para apagar sueños, sino para encender deseos; para hacer que nuestra
vida fructifique y haga brotar muchas sonrisas y alegre muchos corazones. Dar una respuesta afirmativa a Dios, es
el primer paso para ser feliz y hacer
felices a muchas personas.
Queridos
jóvenes: Anímense a entrar cada uno en su interior y decirle a Dios: ¿Qué es lo
que quieres de mí? Dejen que el Señor les hable; ya verán vuestra vida
transformada y colmada de alegría.
Ante
la inminente Jornada Mundial de la Juventud de Panamá, los invito a que se
preparen, siguiendo y participando en todas las iniciativas que se llevan a
cabo. Les ayudarán a ir caminando hacia esta meta. Que la Virgen María los
acompañe en este peregrinaje y que su ejemplo los anime a ser valientes y
generosos en su respuesta.
¡Buen
camino hacia Panamá! Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Hasta
pronto”.