Estas palabras de Jesús, “Yo os llamo amigos” (Jn 15,15), resumen el
mensaje que el Papa ha enviado a la VI Jornada de los jóvenes en Lituania que se
clausuró el domingo en Kaunas. En él muestra una vez más su confianza en los
jóvenes y su papel en la Iglesia. Unas palabras que sirven de preparación
espiritual para la cercana JMJ de Río de Janeiro.
El
Papa Francisco ofrecía a los jóvenes unas breves reflexiones sobre “su
crecimiento espiritual y su misión en la Iglesia y en el mundo” y les invitaba a
ser amigos de Jesús ya que “Jesús quiere ser vuestro amigo, vuestro hermano,
maestro de verdad y de vida que os revela el camino a recorrer para llegar a la
felicidad, a la realización de vosotros mismos según el plan de Dios para cada
uno de vosotros”; un amor que es gratuito porque está lleno de misericordia: “No
pide nada a cambio, solo acogerlo”.
El
Papa les recuerda que “el encuentro con el amor de Dios en la amistad con Cristo
es posible, en primer lugar, en los Sacramentos, especialmente la Eucaristía y
la Reconciliación”, y destaca una vez más la misericordia divina – “Jesús
siempre nos perdona”. Así como la importancia de la escucha de la Palabra, para
crecer en la amistad con Cristo, sin olvidar la belleza de la oración
contemplativa, sencilla, accesible a todos, sin distinción alguna, de edad o de
cultura, como es el rezo del Santo Rosario.
El
Mensaje del Papa Francisco a los jóvenes lituanos termina recordando que “el
amor de Cristo y su amistad no son una ilusión -Jesús en la cruz muestra cuán
concretos son– ni están reservados sólo para unos pocos”. Les exhorta a buscar
con sinceridad y confianza esta amistad, a sentirse parte viva de la Iglesia,
comprometidos en la evangelización, en comunión con los hermanos en la fe y con
sus Pastores. “¡No tengáis miedo de vivir la fe! Sed testigos de Cristo en
vuestros ambientes cotidianos, con simplicidad y valor. A quienes encontréis, a
los de vuestra edad, sabed mostrarles sobre todo el Rostro de misericordia y de
amor de Dios, que siempre perdona, anima y da esperanza. Estad siempre atentos
al otro, especialmente a las personas más pobres y más débiles, viviendo y
testimoniando el amor fraterno, contra todo egoísmo y cerrazón”.OMPRESS-ROMA