Las Obras Misionales Pontificias en España han organizado un taller
misionero durante el primer Congreso Nacional de Pastoral Juvenil. Este Congreso
va a tener lugar en Valencia, del 1 al 4 de noviembre de 2012, organizado por la
Conferencia Episcopal Española con el lema “También vosotros daréis testimonio”
(Juan 15, 27). Su objetivo principal es “descubrir nuevos caminos para
evangelizar a los jóvenes y que a su vez ellos sean testigos del Evangelio en la
cultura de hoy”. Elemento esencial del Congreso serán los talleres en los que se
presentarán diversas experiencias. Se trata de iniciativas que se están llevando
a cabo en la Iglesia en España para que los jóvenes puedan tener la oportunidad
de encontrarse con Cristo.
Las
Obras Misionales Pontificias han respondido a la convocatoria del Congreso,
presentando un taller misionero para los jóvenes que participan en el mismo. El
taller de las Obras Misionales Pontificias tendrá lugar en la Iglesia parroquial
de San Martín y San Antonio Abad el día 2 de noviembre a las 16:00 horas. Con el
título “Lo de ayer puede servir hoy”, el objetivo del taller es presentar las
experiencias misioneras que hacen los jóvenes -en tiempo de vacaciones
generalmente- como una aportación importante para la pastoral juvenil. Estas
experiencias enseñan que son un medio eficaz para el encuentro con Cristo, la
profundización en la fe y en la comunión en la Iglesia y la asimilación del
compromiso misionero. En este sentido, no es sino una aplicación de la
metodología del primer anuncio a la personalización de la fe en los jóvenes. En
el taller intervendrá un misionero comboniano, Juan Antonio Fraile, y un joven
que ha hecho una experiencia misionera con la asociación Ekumene, Hugo Sancén;
ambos hablarán de su experiencia en la República Democrática del Congo cada uno
desde la especificidad de su vocación cristiana.
Para
este taller se ha preparado una presentación inicial sobre la realidad de
nuestro mundo, como contexto del envío misionero de la Iglesia. A la única
misión se puede responder de diferentes maneras; el misionero, por su parte,
responde con la entrega de toda su vida a la misión universal de la Iglesia. De
ahí que el joven, desde la pregunta por el sentido de su vida y por el
significado para él de la fe en Cristo, se plantea hacer una experiencia
misionera. Son vocaciones distintas pero la influencia recíproca muestra que la
misión ofrece claves muy importantes para la pastoral juvenil. Estas
experiencias misioneras aportan un elemento esencial a la pastoral con jóvenes y
son un instrumento muy útil, al darles la oportunidad de tener una experiencia
fresca de la fe en Cristo.OMPRESS-MADRID.