lunes, 6 de junio de 2011

Un adios a Marisol, misionera en Honduras

Marisol Ruiz Lanchares, misionera Verbum Dei, natural de Revenga de Campo (Palencia), ha partido a la Casa del Padre a los 62 años, víctima de un cáncer linfático tan agresivo, que después de detectado sólo le permitió vivir cuatro meses.

Ha sido una mujer tan incansable como apasionada por su misión específica como misionera de la Palabra de Dios. Ingresó al Verbum Dei a sus 27 años, dejando su profesión de Maestra de Educación Primaria que ejercía en una Escuela Nacional cerca de la Trapa de Dueñas, en Palencia. Acabada su formación inicial, vivió un año en Alemania en el periodo fundacional. Estudió Teología en Salamanca y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Posteriormente participó como profesora en el Centro Misionero de Siete Aguas, enseñando y educando a los hijos de nuestros matrimonios misioneros en formación (1978 y siguientes). Fue destinada luego a América Latina: México, Perú, Venezuela, Colombia, hasta que llegó a Honduras, y allí ha convivido 18 años de su vida misionera con su querido pueblo. Honduras ha sido como su segunda Patria. Marisol amaba a Honduras y Honduras amaba a Marisol. Lo hemos podido constatar en esta última etapa de su enfermedad, por la cantidad de llamadas y cartas que diariamente recibíamos. Una muestra palpable de cariño y agradecimiento porque su gente reconoció que Marisol se entregó y entregó lo mejor de sí misma a su pueblo hondureño. Marisol se dedicó casi dos décadas a la Formación de Catequistas, como Coordinadora Nacional de Catequistas durante 6 años. Impartió clases en el Seminario Mayor de Tegus (Tegucigalpa). Colaboraba en la Escuela de la Palabra de Dios para la formación de Agentes de Pastoral (Delegados de la Palabra). Semanalmente emitía un programa de radio: “Catequistas al día”. A través de la TV anunciaba a Jesús en el programa semanal: “Atrévete a vivir”. La llamaban popularmente “la monja de la TV”. Al mismo tiempo asumió como animadora el propio Movimiento de la Familia Verbum Dei en Honduras.

Marisol con cariño y esfuerzo luchó por conseguir muchos apadrinamientos de niños y niñas en España a fin de que pudieran acceder a una enseñanza y una educación en valores, intensa y capaz de abrirles caminos de futuro. Hay muchos españoles que tienen ahijados en Honduras. Era muy consciente de que tal formación junto con la fe es lo primero y lo mejor que se puede ofrecer a los niños de hoy, hombres y mujeres del mañana.

Finalmente, ella se nos adelantó en la partida, pero tenemos la certeza de que continúa en medio de nosotros a través de su nueva condición de Vida iniciada desde el Bautismo. Y, a la vez, por la misericordia de Dios, creemos que seguirá dando fruto abundante su vida entregada a la Iglesia y al Verbum Dei, como sembradora de la Palabra de Dios.

Marisol, mujer castellana, clara y transparente y con un amor grande por sus dos familias, la natural y el Verbum Dei, como nos decía su hermano Alberto, (uno de los tres hermanos sacerdotes, en la misa funeral celebrada de cuerpo presente en el Centro Misionero Verbum Dei de Siete Aguas el pasado 29 de mayo), ¡Marisol vive! Y goza ya de la Vida divina e intercede por todos nosotros junto a la Trinidad y a la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras.