La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) ha escrito un mensaje en el que carga contra el «silencio del Estado y la desinformación sobre el avance de la epidemia» del coronavirus en el país, que ha causado «temor» e «inseguridad» en la población, y en el que critica «la manipulación de la conciencia, coacción y oportunismo político en el manejo de la pandemia» por parte del Gobierno.
El comunicado de los obispos se une a la denuncia del expresidente de Costa Rica y ex secretario general de la Organización de Estados Americano (OEA), Miguel Ángel Rodríguez, que en una entrevista con Alfa y Omega que saldrá publicada en la edición en papel del próximo jueves, expresa su dolor al ver al Gobierno de Daniel Ortega promover manifestaciones políticas con la pandemia del COVID-19 en su máximo apogeo en América Latina.
«Me duele terriblemente la situación frente a esta epidemia que está viviendo Nicaragua, con un Gobierno que en medio de la pandemia se dedicó a promover que la gente se conglomerara en carnavales y manifestaciones», aseguró el líder político costarricense a este periódico.
Soluciones conjuntas
A pesar de la inactividad patente del Gobierno –hay que recordar que el presidente estuvo desaparecido públicamente durante 34 días y en su reaparición volvió a minimizar el impacto de la pandemia en Nicaragua-, los obispos le tienden la mano de alguna forma al Estado instándole a buscar soluciones conjuntas para evitar más sufrimiento.
«Exhortamos a los gobernantes y a todos los sectores del país a abrirse a las alianzas y consensos para buscar y encontrar alternativas y soluciones conjuntas que nos eviten una mayor catástrofe humana», piden los obispos a través del comunicado, que está firmado por el secretario general de la CEN y obispo de Estelí, monseñor Juan Abelardo Mata.
En este sentido, la CEN aprovecha el documento para expresar sus prioridades, no sin antes asegurar su «oración por todos los enfermos, fallecidos y familias afectadas por el virus» y expresar su alegría y agradecimiento por «el esfuerzo de los médicos y enfermeros de nuestro país», a los que animan «a seguir fieles a su vocación y misión».
La vida por encima de todo
Los jerarcas nicaragüenses piden en primer lugar proteger «la vida por encima de todo», principalmente «de la economía» y «de los intereses ideológicos y políticos». Esto implica, aseguran, «la urgencia de fortalecer la solidaridad ciudadana» y «que cada uno haga lo necesario y posible para preservar y proteger la vida de los otros».
Por otro lado, los obispos invitan a mantener la fe y la esperanza y a cuidar la vida de oración, que «nos dará paz y fuerza para convertir el estrés en la fuerza que necesitamos para resolver esta situación».
Por último, la Conferencia Episcopal de Nicaragua insta a todos los ciudadanos a seguir en el camino del amor una vez que concluya la pandemia y a «expresar ese amor en obras, en acciones de justicia social y laboral, en mayores inversiones para reforzar los sistemas de salud, en la construcción de una economía en la que prevalezca sobre todo el bien común de la humanidad».