viernes, 29 de mayo de 2020

El Fondo OMP para la emergencia de Covid llega a sus destinos


A través del Fondo de Emergencia establecido por el Papa Francisco en las Obras Misionales Pontificias (OMP) para apoyar a las iglesias locales en los países de misión, ya se han enviado contribuciones a algunos países de Asia, África y América Latina.

En Pakistán, se ha otorgado un subsidio a todas las diócesis para la asistencia de las comunidades cristianas más pobres y vulnerables. De hecho, la mayoría de estas personas generalmente viven por debajo del umbral de la pobreza y, después del aislamiento durante el cual no han podido obtener el sustento mínimo, conseguir algo para comer es la necesidad más urgente y fundamental.

Dhaka, la capital de Bangladesh, tiene una alta concentración de población, incluidos numerosos inmigrantes que viajan a la ciudad en busca de trabajos domésticas diarios. Con el cierre declarado por el gobierno, la mayoría de estas personas se encuentran desempleadas e incapaces de satisfacer las necesidades básicas, en una situación dramática. La arquidiócesis ha hecho un llamamiento a todos los miembros de la comunidad y ha establecido un fondo para ayudar a las familias con la distribución de alimentos a través de las parroquias.

El Vicariato Apostólico de Puerto Gaitán, Colombia, también está experimentando una situación particularmente difícil después de la cuarentena ordenada por el gobierno, que se refleja de manera negativa en todos los ámbitos, dificultando la misión de la Iglesia, que no puede garantizar ni siquiera el sustento de los sacerdotes.

En Liberia, en la diócesis de Cape Palmas, los subsidios enviados servirán para garantizar el apoyo a los trabajadores pastorales, quienes después del encierro no pueden ganarse un salario para vivir. En la diócesis liberiana de Gbarnga, se han identificado dos necesidades pastorales urgentes como resultado de la crisis socioeconómica, a la que se destinarán los subsidios del Fondo: el apoyo de los párrocos y los catequistas y la creación de programas de radio que informen sobre el coronavirus a través de la radio diocesana.

En la diócesis de Francistown, en Botswana, un área de primera evangelización, la pandemia tiene serios efectos en las actividades pastorales de las comunidades católicas, la mayoría de las cuales no son autosuficientes. Por lo tanto, los subsidios enviados se utilizarán para garantizar el funcionamiento de la secretaría diocesana y las oficinas pastorales, así como para asegurar la actividad pastoral en 6 parroquias en áreas rurales.

En la diócesis de Umzimkulu, en Sudáfrica, la pandemia ha golpeado con dureza la vida de la población, la actividad pastoral y la situación económica de las parroquias y estructuras eclesiales, ubicadas principalmente en el área rural. Por lo tanto, el apoyo del Fondo ayudará a las parroquias y comunidades religiosas locales en sus necesidades básicas.

A través del Fondo de Emergencia Covid-19también se garantizará el apoyo a la comunidad de las Clarisas del monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe en Casablanca (archidiócesis de Rabat, Marruecos). Las cinco monjas Clarisas, de origen mexicano, se mantienen, con dificultad desde hace tiempo, gracias a la producción de hostias para las celebraciones eucarísticas y los productos alimenticios comercializados en la red de restaurantes. La cuarentena ha suspendido estas pequeñas iniciativas que garantizaban la autosuficiencia económica del monasterio. 

Agencia Fides