jueves, 3 de abril de 2014

Noticias Misioneras del Misionero Padre Javier, SDB

Me llamo Francisco Javier Aracil Gosálbez, soy Salesiano de Don Bosco y alcoyano, por la gracia de Dios. Desde septiembre del 1952 resido en los Estados Unidos y la Obediencia me tiene destinado a esta parroquia salesiana/hispana, (la mayoría de la feligresía habla español).Recibo su revista con toda regularidad y esta vez me decido a mandarles esta nota que describe una “experiencia misionera” que es bastante típica de las actividades pastorales en nuestro ambiente. El viaje misionero anual a Nicaragua lo organiza la escuela secundaria salesiana de Ramsey, NJ, Don Bosco High School, con participación de 20 estudiantes del 4º curso con cuatro miembros del cuadro de profesores, y a ella se unen, modestamente tres jóvenes que representan a la familia parroquial de San Antonio de Padua en Elizabeth, NJ, en la que resido yo.   


Nicaraguan Mission Trip 2014
Casa Misionera Mamá Margarita, Masaya, Nicaragua

Una y otra vez el Fr. Manny Gallo, SDB nos recomendaba fijar la atención en la(s) persona(s) que nos han impactado durante los ocho días de nuestra experiencia misionera. Hoy repaso esos días e indiscutiblemente descubro sin ninguna sorpresa que la familia Gallo (Sr. Manny, Sra. Vicky, Odilia, Fr. Manny) ha sido la que me ha impactado y me ha ayudado a entender el sentido que ha tenido para mí esta experiencia misionera.
            Por una parte he podido comprender que el proyecto de ayuda y evangelización que se lleva a cabo en este barrio Nicaragüense lo alienta, impulsa y mantiene el Espíritu de Dios que inspira y sostiene al Sr. Manny y a la Sra. Vicky en su compromiso de proveer ayuda y ser al mismo tiempo una inspiración de lo que Dios es capaz de hacer cuando los humanos nos entregamos a Él para que Él actúe a favor de los necesitados.
            Esta visión comprehensiva se deduce claramente de las actividades programadas durante estos días: el trabajo de construcción de la vivienda que ha sabido aprovechar la energía y entusiasmo de los jóvenes adultos en el trabajo duro de la construcción, junto a las otras actividades (Visita con los que trabajan en el Vertedero de Basura de Masaya, “Nueva Vida Street Kids”, Salesian Day-DB Tech and DB Schools in Masaya, Los Pepitos, centro para niños con “down síndrome”) dirigidas a hacer posible un acercamiento al pueblo, a los Nicaragüenses, para poder comunicar por parte de los jóvenes un mensaje de solidaridad, respeto y acogida, con espíritu misionero Cristiano Católico  y por parte de los Nicaragüenses, “grandes y chicos”, una realidad más bien desconocida para los jóvenes “yankees”, pero llena de contenido humano, a un nivel profundo y radical que ilustra y conmueve.
            Y para la realización de este movimiento, óptimamente organizado y coordinado, la familia Gallo han demostrado un habilidad y capacidad organizativa y de entrega, extraordinaria, ejemplar y conmovedora. La Sr. Vicky al frente de la cocina realizó una labor casi imposible de ofrecer a los “gringos” un menú que les satisfizo y les encantó soberanamente. Otilia con su disposición de servicio y su cualificación de enfermera nos daba seguridad pero sobre todo con su “million dollar smile” y su disposición alegre era el encanto y la alegría de todos. Fr. Manny demostró, a mi entender su maestría salesiana no sólo en el trato de los componentes del grupo, lo que me dejó boquiabierto, pero además su dote organizativa supervisando el andamiento de todo el proyecto, lo que ha sido un indiscutible “highlight” (climax) de toda la experiencia misionera, y digo una de ellas porque todo el trabajo organizativo, los contactos realizados con anterioridad, el engranaje de las personas dedicadas a la cocina, la elección del Centro de Retiros para acomodar a todo el grupo, los medios de transporte, han sido otro “highlight” de toda la experiencia.
            Queda ahora la casa Misionera de Mamá Margarita en una especie de reposo para seguir su crecimiento silencioso y efectivo para convertirse en la realidad de un lugar de misión en el nombre Jesús, su inspirador y sustento indiscutibles.

Con afecto y gratitud,
P. Javier, SDB